Cuando los Alazanes arribaron al estadio Guillermón Moncada para retar a los indómitos, su trayectoria en la 62 Serie Nacional no era la más favorecida; aunque vinieran de imponérseles a Las Tunas, habían tenido más reveses que sonrisas en 50 juegos.
En cambio, la tropa que dirige el profesor Eddy Cajigal se encaramó en la cima, con 30 victorias y 20 derrotas, respaldada por un sorprendente pitcheo, el único cuyo promedio de carreras limpias baja de 4.00 (3.94), exhibiendo, además, una ofensiva bastante equilibrada.
Granma necesitaba su mejor versión en “Santiago” si quería llevarse la subserie frente al líder y este, tenía que lucir bien en el terreno porque la visita cuenta con sus ases. Si no, recordemos cómo el estelar Alfredo Despaigne desatascó el segundo duelo con un cuadrangular.
Al final, la balanza se inclinó tres veces para el lado de los monarcas nacionales. Hubo de parte y parte, porque los rojinegros siguen sin cuajar a la defensa y añadieron errores en todos los enfrentamientos, ahora les toca centrarse para evitar la barrida.
Después de los traspiés, cedieron la punta a los Huracanes de Mayabeque y se ubicaron cuartos en la tabla, a juego y medio de diferencia. En esta lucha, todos quisieran sentarse en el trono de los granmenses, que ahora presentan una racha de cinco éxitos, pero todavía andan en el decimotercer escaño.
Matanzas y Artemisa aprovecharon los resultados y hasta el viernes, al cierre de esta edición, estaban anclados en los lugares dos y tres. ¿Lo mejor para las Avispas? El excelente desempeño de Alberto Bisset en la última victoria contra Guantánamo (7-1), antes de volver a casa.
El capitán rojinegro permitió un imparable en ocho entradas en el estadio Nguyen Van Troi, ponchó a tres Indios y llegó a su quinta sonrisa en la lid, mientras la casilla de las derrotas continúa vacía. Apoyado en su brazo, el elenco santiaguero cerró la décima subserie particular con balance positivo de 4-1.
Así, la nave continúa su rumbo hacia la postemporada. Al concluir con Granma, solo faltarían cuatro pareos para cerrar la etapa regular y el subcampeón Matanzas propondrá el siguiente duelo.
No solo vale el título de los Cocodrilos o la “fortuna” que puede traer consigo, todo indica que este será el compromiso más exigente en lo que resta de camino. ¡A defender el panal!