Franklin Ramos, jefe de taller de la planta de oxígeno distinguido con la medalla Ñico López por 40 años de quehacer en el ramo, refirió a la Agencia Cubana de Noticias los esfuerzos realizados para garantizar el abastecimiento del gas en los hospitales del territorio, en medio de la situación sanitaria del país.
Significó los servicios brindados a centros médicos de las provincias Holguín, Ciego de Ávila, Camagüey y La Habana durante el azote de la COVID-19, tarea que ratificó el compromiso del colectivo con la salud del pueblo y la Revolución.
Víctor Alarcón, ayudante de ventas galardonado con la distinción Jóvenes por la vida, debido a su destacado desempeño en tiempos de pandemia, afirmó lo honorable del reconocimiento, resultado de la voluntad incansable de salvar vidas.
Agradeció el apoyo constante de los obreros más experimentados y aseguró la intención de mantener vivas la tradición de vanguardia del centro mediante un desempeño profesional ejemplar.
A multiplicar la eficiencia y productividad instó Blas Suárez, secretario general del Sindicato de Industrias en Santiago de Cuba, quien calificó de admirable la labor de los trabajadores pese el complejo escenario político-económico internacional.
La ocasión devino denuncia del sector contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba por los Estados Unidos, que incide en la importación de materias primas y piezas de repuesto, distribución de los productos y otros insumos precisos para el desarrollo industrial.