Si una cosa distingue a esta política, es la asignación que viene ejecutándose a favor de este sector, a cuya actividad se destina el 73 % de los recursos, de acuerdo con una información de la Ministra de Finanzas y Precios.
Para la Seguridad y Asistencia Social, por ejemplo, el Presupuesto asciende a más de 43 600 millones de pesos, que garantizan el pago de pensiones a jubilados y la continuidad de medidas de ayuda económica a los asistenciados que lo requieran por encontrarse en situaciones de vulnerabilidad.
En particular, a la Seguridad Social se asignan 37 602 millones de pesos, y la Asistencia Social 6 000 millones desde los presupuestos municipales. Con este monto se protegen 369 187 beneficiarios con prestaciones monetarias, que incluyen 3 810 madres con hijos con discapacidad severa, 103 342 adultos mayores y 48 146 personas con discapacidades.
A esto debe añadirse los 56 503 millones de pesos a la Salud Pública; los 53 373 millones a la educación; los 6 780 millones a las actividades culturales; y los 4 000 millones de pesos a las actividades deportivas.
En el Presupuesto también se incluye la trasformación de nuestros barrios y comunidades, que incluye la conservación y mantenimiento de edificios y ciudadelas, la construcción de nuevas viviendas, la reparación de viales, redes hidráulicas e instalaciones de servicios, consultorios médicos y bodegas, que se llevan a cabo en todo el país.
Para países ricos, estas cifras quizás no sean tan impresionantes, pero no olvidar que Cuba es un pequeño país del Tercer Mundo, bloqueado injustamente desde hace más de 60 años por Estados Unidos; se ha enfrentado a una costosa pandemia como la Covid-19, y actualmente a una aguda crisis económica internacional, que ha empobrecido, aún más, a decenas de países en el mundo.