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Caja extra, ¿una solución convertida en problema?

28 July 2022 Escrito por 

Un total de 68 cajeros automáticos y más de 399 mil tarjetas magnéticas, son los componentes del escenario caótico que viven los santiagueros para extraer dinero, sobre todo en los días de cobro.

Largas filas y equipos que no disponen de efectivo o se encuentran fuera de servicio por mantenimiento o error en las operaciones, forman parte de la rutina de miles de personas que hoy cobran sus ingresos con dificultades.

La situación se torna aún más compleja a causa de las reiteradas interrupciones en el servicio eléctrico, pues, aunque las máquinas cuentan con un respaldo de batería, este no es suficiente para permanecer encendidas durante las seis horas de apagón programado, para el horario diurno.

Una vez el equipo se apaga, es necesario cuando se restablece el fluido eléctrico reiniciarlo de manera automática por un especialista y en el caso de los cajeros desplazados, o sea que no se encuentren ubicados en una sucursal, se llama al Centro de Gestión de Cajeros Automáticos Nacional para que accionen directamente con la máquina.

Ante indicadores reales y cuyas soluciones se escapan de la voluntad gubernamental, se han planteado algunas estrategias paliativas en pos de aliviar las aglomeraciones de personas y disgustos frente el frustrante acto de retirar efectivo.

En fecha 30 de abril de 2022 Sierra Maestra publicó un reportaje sobre el tema, esbozando algunas de las alternativas, que pretenden servir de aliciente en medio del difícil contexto.

La denominada Caja Extra es una de esas vías que parecían la solución mágica ante la necesidad. Esta establece que, el cliente puede realizar una transferencia de hasta 1000 cup a la cuenta de la entidad beneficiadora y automáticamente se le entregara igual cifra en efectivo.

Para ello se requiere la imbricación necesaria entre tres instituciones, el banco, Etecsa y la entidad que genere ingresos diarios en efectivo, capaz de brindar el servicio.

A pesar de las evidentes ventajas, la prestación no ha fructificado con éxito. Cuando se hicieron las primeras investigaciones, el proceso estaba en fase de gestión, prueba y capacitación del personal involucrado.

Tres meses han pasado ya y aún no es posible observar un avance en el tema. El Banco Popular de Ahorro Bpa, no tiene establecida esta opción porque no mantiene relaciones con unidades empresariales que cuenten con las condiciones necesarias.

En el caso del Banco de Créditos y Comercio (Bandec) se han llevado a cabo negociaciones con unidades pertenecientes a Correos de Cuba, Gastronomía y Comercio, sin embargo hoy no existe manera de comprobar que en efecto, alguna de estas instituciones haya podido llevar a término el proceso.

Desconocimiento, burocracia, falta de control para conocer a ciencia cierta cómo marcha la causa y poca percepción de ventajas para los organismos involucrados, pueden ser algunas de las causas que han colocado a la Caja Extra en un plano de postergación.

Es imprescindible desarrollar las conciliaciones necesarias, establecer plazos, lograr que un mayor número de empresas se vinculen y contar con las herramientas para conocer dónde se ha podido implementar, a fin de socializar las buenas prácticas.

Esperemos que a pesar de los no pocos tropiezos, el servicio tenga un final feliz, incidiendo directamente en el bienestar y la comodidad de nuestra gente, mostrándose como solución y no como problema.

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