Santiago de Cuba,

DECODIFICANDO familias

A todo tren en la recuperación del ferrocarril

29 March 2023 Escrito por  Eduardo Palomares Calderón

El taller de San Luis está incluido en la estrategia de modernización del ferrocarril y su aporte resulta inestimable en la creación de ferrobuses y en la reparación de locomotoras

Fiel a la tradición que lo mantiene en la primera línea por la recuperación del sector, el taller ferroviario de este municipio santiaguero avanza en la búsqueda de soluciones alternativas que, ante la coyuntura económica actual, permitan mejorar la infraestructura y los medios de cargas y pasajeros ferroviarios de la nación.

Ese espíritu, que en medio del llamado periodo especial distinguió al colectivo en la recuperación de coches de viajeros y otros equipos, es el predominante ahora, cuando el país le ha confiado la reparación de los medios tractivos y de carga, así como la conversión de ómnibus Diana en ferrobuses para la zona rural.

Marcia María Sierra Gómez, directora de la unidad perteneciente a la Empresa de Reparación de Equipos Ferroviarios, refiere que se trata de una estrategia tan viable como necesaria, porque si bien el alto precio nos impide comprar hoy una locomotora, existen muchas paralizadas que, con una inversión menor, más la aplicación de la ciencia y la innovación tecnológica, pueden rescatarse.

«Para la tarea –agrega–, contamos con un establecimiento dedicado a la reparación general, media y ligera de locomotoras, casillas, vagones de carga general, planchas para contenedores y demás medios de arrastre, y otro destinado a la conversión de las guaguas en ferrobuses, y la reparación del tren de auxilio técnico dotado de grúa para descarrilamientos, y de carros planchas.

«Es conocida –apuntó– la existencia de un proyecto con una agencia extranjera para la modernización de los talleres ferroviarios de Ciénaga y Luyanó (La Habana), y el nuestro, previsto para comenzar este año; pero lejos de cruzarnos de brazos, en espera de la nueva tecnología, hemos seguido poniendo de alta los equipos con los recursos y la infraestructura de que disponemos».

CALIDAD A PRUEBA

Prueba de esa realidad es el establecimiento de locomotoras, donde desde hace 23 años, su jefe, Charles García Martínez, lanzó la propuesta: «Anote el 53529, que es el número de esta máquina con el motor a mitad de proceso y la falta de los motores de tracción con las ruedas. En menos de un mes la verá rodando por Cuba en un tren de pasajeros».

Sus palabras las respaldan técnicos experimentados y jóvenes, quienes reciben en reparación general esas moles de hierro, cuya rigurosa explotación, la exposición constante a efectos climáticos, y, en algunos casos, hasta la conducción errónea por su dotación, llegan a sumirlas en un alto grado de deterioro técnico y estético.

Bajo las enormes naves tiene lugar el desarme total o de la mayoría de las partes y agregados, pues si bien hasta un 80 % de las piezas podría demandar la sustitución por nuevas o reparadas, alrededor del 30 % de las cambiadas son recuperadas, incluyendo el motor de tracción, pares de ruedas, amortiguadores y mangueras de frenos.

«Aquí –asegura García Martínez– jamás hemos parado. Los equipos deben salir como nuevos en sus partes mecánicas, eléctricas, y electrónicas en el caso de las locomotoras chinas; con la pintura en general, sus rotulados, y con una calidad tal que, si bien los fabricantes no dan más de 20 años de vida, nosotros mantenemos algunas como la GM-900, que con casi 70 sigue activa».

A su vez, en el patio de la instalación, tras una reparación ligera, se encontraba lista para partir la máquina 52568, y otras esperaban por mantenimiento u otros trabajos más complejos, a cargo de los 25 hombres del establecimiento. Al decir de su jefe, sin los conocimientos de ellos, la experiencia y el empeño para sortear la falta de recursos, no habría taller.

Por su parte, en la posición de vagones y planchas, varios equipos recibían aceleradamente las acciones de restauración en techos, paredes y pisos; mientras que dos relucientes casillas de carga terminadas en diciembre esperaban por el pago de Ferrocarriles Habana.

VIA LIBRE AL FERROBÚS

Calificada como una sensible alternativa para la transportación en zonas rurales, la fabricación de ferrobuses tiene especial prioridad en las partes restantes del establecimiento, cuyas naves, con tres posiciones de trabajo cada una, permiten laborar simultáneamente, tanto en la carrocería como en la parte mecánica de los que fueran ómnibus Diana.

Estos medios ahorran miles de pesos en moneda libremente convertible. Los dos primeros cubren hoy intrincadas rutas en los municipios santiagueros de Palma Soriano y San Luis, luego fueron entregados cinco a Holguín, y un sexto para esa hermana provincia espera solo por la planta de radio para la comunicación ferroviaria.

Ejemplo de la aplicación de la ciencia y la innovación tecnológica a que ha convocado la dirección del país, el proyecto responde al colectivo técnico integrado por Flora Eugenia Balanzó Paumier, Rodolfo García Martínez, Gustavo Torres Franco y Luis Enrique Girón Barriel, encabezado por el doctor en ciencias Omar Guillermo Pérez Rodríguez.

En tal sentido, Pérez Rodríguez afirma que esta conversión resulta mucho más difícil que la reparación general de un coche motor de fábrica, pues requiere de la supresión, en el ómnibus, de un significativo porcentaje de las piezas y componentes de la parte automotriz, que en la función que realizaban serán sustituidos por otros de factura ferroviaria.

Como es lógico, se sustituyen los neumáticos con sus ejes y fijaciones por los pares de ruedas de acero ferroviarias, y se aplica un similar procedimiento en el sistema de freno, que incluye la adaptación del llamado freno «arenero», requerido en los equipos tractivos, y aclaró que sí se mantienen el motor, la caja de velocidad y el diferencial de las guaguas.

A su vez, las ruedas ferroviarias requieren ampliar los guardafangos, el cambio de amortiguadores y la modificación en los escalones de la puerta delantera. Además, se impone sustituir la defensa de las Dianas por parachoques de trenes, dotar cada carro de luces y cornetas de circulación ferroviaria, la pintura, el rótulo y otros componentes identificativos de su nuevo destino.

Actualmente, en las naves se encuentran el nuevo ferrobús de Holguín y, para Santiago de Cuba, uno bien avanzado y otro en proceso del municipio de Songo-La Maya, otro de Palma Soriano y dos de San Luis. Todos conservan sus 30 asientos originales, y respecto a la carga, Holguín ha pedido un remolque para distribuir la canasta básica en zonas de difícil acceso para camiones.

Marcia María Sierra aseguró que el personal se prepara para que, mediante la anhelada modernización tecnológica del taller, estos y los nuevos procederes técnicos que se asignen para la atención de las locomotoras de todo el país, la construcción de los ferrobuses y la recuperación del resto de los equipos, puedan realizarse con la mayor especialización, calidad y en un plazo más breve que el actual.

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