Siempre es un orgullo conversar con las personas que se dedican a estudiar la historia de Cuba. El infatigable sol de las 2 de la tarde no impidió que llegara hasta la “Ciudad Escolar 26 de Julio” para conversar con Carmen Sánchez Martínez, Máster en Ciencias de la Educación y Metodóloga de la asignatura en la provincia.
Me esperaba pacientemente en su puesto de trabajo y su afable sonrisa mostró lo emocionada que estaba al recibir a alguien que hacía no mucho había sido su alumna. “Me llena de orgullo que te traiga hasta aquí conocer la vida de uno de los más bravos y combativos generales de las tres guerras”, expresó.
José Guillermo Moncada Veranes, es su verdadero nombre. Nació el 25 de junio de 1841 en Santiago de Cuba. “En el popular barrio de Los Hoyos, hijo de Narciso Veranes, un esclavo liberto, que no lo reconoció, por lo que su único apellido era el de la madre, Dominga Moncada. Tuvo 4 hermanos”, explicó Sánchez Martínez.
“Su niñez y juventud se desarrollaron en la pobreza, sin embargo, el niño Guillermo aprendió a leer y a escribir, gracias al maestro Francisco Fernández Rizo. Más adelante aprende con el peninsular Manuel Perozo el oficio de carpintero”, comentó.
Moncada llevaba en su sangre la tradición de su ciudad natal y se hacía notar por la defensa de su raza y el orgullo de pertenecer a ella. “Siendo joven organizó en los carnavales santiagueros, la comparsa `Los Brujos de Limones` en honor a los cimarrones que habitaban en una finca de El Cobre.
La madre, era conocida en Los Hoyos, por su gran destreza a la hora del manejo del machete. Sobre esto expresó la Máster: “Le enseñó a varios jóvenes a utilizarlo. Sin duda alguna, Guillermón, nombrado así desde niño por sus amigos, fue el más aventajado. Su brazo seguro derriba adversarios y busca siempre la victoria”
A inicios de noviembre de 1868 se incorpora a la Guerra de los Diez Años. “Es uno de los primeros en reunir hombres, llega a agrupar 300. Se destacó en el combate `El Saladillo`, en las fuerzas capitaneadas por el General Donato Mármol, dos días después tomó parte en la acción del ingenio El Caney, subordinado al General Máximo Gómez.
“En los primeros meses de 1869, participó en los ataques a los poblados de Jaguaní y Santo Domingo, este último a las órdenes de Antonio Maceo. En 1870 llegó al grado de capitán y fue trasladado a las tropas del Coronel venezolano José María Aurrecoechea. En enero de 1872 tomó e incendió el de Tiguabos y en octubre asaltó a Guisa”, expuso.
Moncada por su gran valor termina esta guerra con el grado de General de Brigada, el 17 de marzo de 1878. “El mayor General Manuel de Jesús Calvar estuvo a cargo del ascenso”, refirió mientras mostraba fotos de Guillermón.
“A pesar de ser el personaje principal de los sucesos de su provincia natal, el 26 de agosto de 1879, donde se inició la Guerra Chiquita, no se incorporó hasta 4 días después en que ataca el ingenio La Borgita.
“Fue designado por Calixto García como jefe de las fuerzas del centro y sur de la provincia de Oriente, con grado de Mayor General. Participó en los preparativos del plan Gómez-Maceo (1884-1886), y en la Conspiración Paz del Manganeso (1890).
“Fue apresado por sus actividades subversivas, del 1ro de junio de 1893 al 1 de junio de 1894, por el régimen español, en el cuartel Reina de Mercedes, actual cuartel Moncada, bautizado con ese nombre en su honor.
“En la Guerra Necesaria, se levantó en armas con los pulmones deshechos, pues estaba enfermo de tuberculosis. Conocía de su complejo estado de salud, por lo que le confío la jefatura de su región al Mayor General Bartolomé Masó. Reunió a su Estado Mayor y le entregó el mando de las fuerzas subordinadas a él, al Coronel Victoriano Garzón”, aclaró la especialista.
Por su estatura, casi de un gigante, sus amigos nombraron al llamado “Ébano de la Guerra” como `Guillermón´. Seudónimo que en lo adelante sería señal de pánico y desesperación para los españoles. En el 181 aniversario de su nacimiento, lo recordamos como un compatriota infatigable digno de honra por todo su pueblo santiaguero.
