Nuestra realidad, es otra, pese a algún que otro lunar, somos una nación  privilegiada, donde se respetan y hacen cumplir los derechos ciudadanos; fíjese usted, que desde el más pequeño de  casa es tenido  en cuenta.

Y es la paz uno de esos tesoros que poseemos y que muchas veces no valoramos los cubanos, porque nos empeñamos en hablar de limitaciones y carencias, sin medir que aunque en verdad estas existen y tienen en su gran mayoría un factor común: el bloqueo que nos impone el gobierno de Estados Unidos, nada ni nadie ha podido arrebatarnos la paz, conseguida desde aquel enero luminoso y que tanta sangre joven costó a la Patria.   

Bastaría una mirada desde el internet para conocer otras realidades que se viven en diversas regiones del mundo, donde quizás no falta el fluido eléctrico y sobre la comida, la abundancia, el lujo, pero escasea la paz.

Revise las redes sociales y verá imágenes, historias y fotos espeluznantes que son titulares de noticias; rostros tristes, asustados, ansiosos, muchos marcados por un anhelo común, vivir en paz.

Ningún cubano podría afirmar que vive en la extrema pobreza, que carece de protección jurídica, de acceso a la educación, que ha sido abandonado por la Revolución y sus programas,  o que le han dejado morir de enfermedades prevenibles sin atención médica. En Cuba   ninguna mujer o niño es sometido a abusos sexuales, pornografía, prostitución, drogas o al trabajo forzoso.

Lo que es hoy una tarea pendiente para muchos pueblos del orbe, es una fortaleza de nuestro sistema social inclusivo, amante de la justicia, del respeto a la dignidad humana, amante de la paz.

Cada 21 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Paz en todo el mundo. La Asamblea General declaró esta fecha para promover y fortalecer los ideales de paz, como un llamado a la no violencia, a deponer las armas, un alto el fuego. Entonces coincidirá conmigo en que para los cubanos esta celebración resulta diferente, porque nuestra realidad dista mucho de conflictos bélicos, de racismo enraizado, de lucha de poderes y de irrespeto a los derechos humanos.

Hoy es un día para amarnos como hermanos, para estar orgullosos de haber nacido en Cuba, para darle una y mil veces gracias a Fidel y a la Revolución por regalarnos este país de paz.