Esto, podría considerarse como una medida burocrática, pero nada más lejos de la realidad, pues tal inclusión significa en la práctica, que el país aludido, en lo adelante, tropezará con enormes dificultades para la realización de su comercio y actividades financieras internacionales, con la consiguiente afectación de su economía.   

El hecho lleva implícito una evidente contradicción, ya que EE.UU la nación más poderosa del mundo, es quizás, a la vez, la que ha realizado, organizado o financiado la mayor  y más connotadas acciones terroristas contra países no afines a su política de pretendido hegemonismo  universal.

En cuanto a Cuba, basta con exponer casos como el horrendo derribo, en pleno vuelo, de un avión de Cubana de Aviación en Barbados, el 6 de octubre de 1976, con 73 personas a bordo, 57 de ellos cubanos, incluyendo el equipo juvenil de esgrima, ganador de medalla de oro en un campeonato centroamericano.

Los autores intelectuales confesos de este atentado criminal, Luis Posada Carriles y Orlando, se pasearon libremente por las calles de Miami, en los últimos años de existencia, bajo la protección de autoridades de ese país, sin que nadie les tocara ni un pelo.

De la misma forma, conmovió a toda Cuba la explosión del buque francés La Coubre en el puerto de La Habana, que transportaba armas y municiones para el país, el 4 de marzo de 1960.

El cargamento fue saboteado por agentes de la CIA en el punto de  embarque, dejando un saldo de 101 muertos y centenares de heridos.

Preponderante en la historia cubana es la invasión a Playa Girón, que comenzó el 17 de abril de 1961, y que fue derrotada por nuestro pueblo.

En este artero ataque de una brigada mercenaria, preparada, apoyada y financiada por EE.UU. murieron 176 personas y más de 300 resultaron heridas por las armas contrarrevolucionarias, entre estas, vecinos de la zona que fueron ametrallados por la aviación enemiga.

En una comparecencia pública, el entonces presidente estadounidense John F Kennedy, asumió la responsabilidad por la fracasada invasión mercenaria.

De acuerdo con la desclasificación de documentos referidos a acciones terroristas contra Cuba, citados en el documento Demanda del pueblo de Cuba al Gobierno de Estados Unidos Por Daños Humanos, en 1999;

“Las modalidades del terrorismo empleado contra Cuba han sido en lo fundamental las siguientes: sabotajes o destrucción de objetivos civiles dentro del país; ataques piratas contra instalaciones costeras y contra naves mercantes y embarcaciones pesqueras; atentados contra instalaciones y personal cubano en el exterior, incluidas  sedes diplomáticas, oficinas de aviación y naves aéreas; la constante instigación a elementos subversivos, a través de emisoras de radio y televisión para realizar actos de esta naturaleza contra los centros de producción y servicios, indicándoles incluso la forma de hacerlo”.

No debemos olvidar, tampoco, por su naturaleza inhumana y criminal la utilización, por organizaciones anticubanas, financiadas por EE.UU., de agentes biológicos como el que ocasionó el dengue hemorrágico, que infectó a 344 203 personas y mató a 158, de las cuales, 101 niños.

Como resultado de las actividades terroristas contra nuestro país, promovidas por el Gobierno norteamericano, debemos señalar que en sólo 14 meses, desde el 30 de noviembre de 1961 hasta enero de 1963, se efectuaron 5 780 acciones, de las cuales 716 fueron sabotajes de envergadura.

Con la misma saña, introdujeron aquí el virus de la fiebre porcina, provocando que fueran sacrificados más de 500 mil puercos en toda la isla. En suma, los actos terroristas promovidos por USA han costado al país la vida de 3 478 personas y 2 099 lesionadas y la pérdida de cientos de millones de dólares.

Estos hechos, demuestran cuánta falsedad y cinismo, por parte del Gobierno de Estados Unidos, se esconden tras la inclusión de Cuba en la Lista de países promotores del terrorismo, sin argumento alguno, en tanto hacen lo que les imputan ladinamente a otros. Por ello, innumerables mandatarios, parlamentos, organizaciones políticas y humanitarias, profesionales, trabajadores y amigos de todo el mundo, junto al pueblo cubano, rechazan esta medida por injusta, arbitraria y políticamente motivada.