Santiago de Cuba,

Amar a la Patria es serle fiel

26 January 2023 Escrito por  Mercedes Acosta Fornaris

Al rememorar el aniversario 170 del natalicio del más universal de los cubanos, nuestro José Martí, en medio del escenario complejo que vive el país, precisa reflexionar sobre valores lastimados, esencialmente el que es resumen de todos: el Patriotismo.

Quizás sobra la referencia de cuánto hemos pasado en los últimos años, donde además de la pandemia, desastres naturales, incendios, derrumbes, entre otros serios problemas, se recrudeció el bloqueo imperial con el interés de asfixiarnos y tratar de demostrar que nuestros problemas responden a la dirección fallida del Estado.

A la par se desplegó una campaña mediática, a través de las redes, y desde dentro, con el fin de provocar actos vandálicos, la desconfianza, el descrédito, el desaliento y el odio, dirigida esencialmente a los jóvenes para confundir sus ideas y provocar una rasgadura importante de sus sueños.

Durante más de seis décadas el pueblo ha sufrido amenazas, agresiones e intromisiones constantes y son palpables las consecuencias del atroz bloqueo a la economía. Como resultado de esa política se han acumulado y crecido los problemas por insuficiencia de recursos; de ahí los apagones, la carencia de alimentos, medicamentos y la afectación a otras necesidades básicas, que han traído consigo la subida descomunal de precios.

A instancias nacional, provincial y municipal se han aplicado numerosas iniciativas para aliviar tales

aprietos; sin embargo, no han sido suficientes porque a pesar de la política hostil de la administración norteamericana y sus consecuencias nefastas, cual Espada de Damocles, nos falta incrementar las producciones, ser más eficientes para poco a poco emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos.

Sucede que somos un país en el que convergen varias generaciones: las que nacieron después del año 30 del pasado siglo, las posteriores a 1959 y las que al paso de las décadas han nacido en esta hermosa tierra y acumulado diferentes experiencias, aunque sin las vivencias anteriores al Triunfo de la Revolución. Esa realidad obliga a la construcción de valores desde una mirada más atemperada a una sociedad urgida de potenciar sus sentimientos.

Y es que el valor llamado Patriotismo, que siempre marcó ante el mundo nuestra identidad, que nos unió y nos permitió vencer disimiles obstáculos, hoy está lastimado. Si bien hay millones de cubanos que viven abrazados a su bandera y son verdaderos paradigmas, se advierte un resquebrajamiento de la responsabilidad, de la honradez, de la laboriosidad, de la decencia, y hay manifestaciones de indolencia y de falta de amor.

Para resolver los problemas no podemos justificar el camino torcido que va desde el desgano laboral hasta la contemplación pasiva de los errores y signos de corrupción. Abandonar a la Patria cuando más lo necesita, no trabajar por una sociedad mejor, no es propio de un pueblo que tiene una larga historia de heroicidad.

Empeñarnos en fomentar el patriotismo, como un valor hegemónico que potencia la responsabilidad y la fidelidad de cada sujeto ante el rol que le toca, contribuye a garantizar el sostenimiento de las conquistas y avanzar, con o sin bloqueo. La soberanía y la justicia que siempre hemos defendido devienen ejes importantes de la mayoría que aspiramos a la

sostenibilidad de este país.

No es un empeño baldío, tenemos la fuerza real y efectiva en nuestros científicos, entre esos muchos, que fueron capaces de vencer a la pandemia con las vacunas creadas; en el gran conglomerado de profesionales de todas las esferas, en los productores, en miles de gestores de la economía que no descansan para revertir las dificultades, y en los que andan con el corazón abierto para honrar a la Patria, porque como dijera José Martí “… es una manera de pelear por ella”.

Según análisis de algunos académicos hay que romper la idea de un patriotismo estrecho y flexibilizar el concepto porque todo no está hecho y nuestra historia es sublime al amparo de las hazañas y conquistas logradas, pero esa historia sigue creciendo, guiada por

Martí, Fidel y los grandes próceres, y con las hornadas de los nuevos tiempos, abrazada a un universo de jóvenes comprometidos, también, en levantar la Patria con todo lo que sea necesario hacer, desde la perspectiva del socialismo.

Los programas formativos de las distintas enseñanzas, la familia como núcleo básico, el lenguaje y proceder de las organizaciones sociales y de masas, el discurso informativo y reflexivo de los medios de prensa, la comunicación organizacional y todas las estructuras de la sociedad tienen ante sí el desafío de fortalecer nuestro patriotismo, atemperado a la realidad, desde las enseñanzas del ideario martiano y el concepto de Revolución del Comandante en Jefe. Amar a la Patria es serle fiel.

  • Compartir:

Escribir un Comentario

We use cookies to improve our website. Cookies used for the essential operation of this site have already been set. For more information visit our Cookie policy. I accept cookies from this site. Agree