Cuba, con todas sus limitaciones, acrecentadas en los últimos años, siempre ha sido un país tranquilo y en el que sus habitantes confiamos en la seguridad que nos proporcionan sus calles, no importa la hora.

Qué difícil se hace en estos tiempos mantener la ecuanimidad y la tranquilidad, sentimientos que les hacen muy bien al cuerpo humano y a la salud.¡Pero qué difícil!

Un remedio infalible contra la desinformación y el rumor (la bola) es, simplemente, estar bien informados, de lo contrario, se corre el riesgo de repetir criterios que no se sustentan en la verdad, sino para crear confusión y desaliento en las personas.

Por gajes del oficio he podido constatar cómo se desarrolla la agenda de muchos de nuestros dirigentes, tanto de la provincia como del país, y cómo insisten en que corresponde a los municipios ejercer su autonomía para lograr, hasta donde sea posible, la autosuficiencia.

Con una saña propia de los odiadores de siempre, de dentro y fuera del país, especialmente los asentados en Estados Unidos, amenazaron en días recientes con llevar a cabo un “fin de año sangriento” para Cuba.

Sobre la responsabilidad de madres, padres y tutores ante el actuar de sus hijos

Por estos tiempos de reajustes de gastos  y aplazamiento de planes en todos los sectores, las familias no quedan exentas de búsqueda de alternativas, pues es en la célula fundamental de la sociedad donde se expresan los cambios más importantes  y se perciben sus efectos.

No es una novedad de Estados Unidos utilizar las fake news o noticias falsas para crear matrices de opinión con el propósito de iniciar acciones contra gobiernos y países que han emprendido su propio sistema de desarrollo y que no son del agrado de USA.

Que por primera vez se reunieran campesinos de Guantánamo, Baracoa, Alto Songo, Yateras, Sagua de Tánamo y Mayarí, para diseñar una estrategia integrada que hiciera frente al desalojo, los terratenientes y el latifundio en Cuba, más que un congreso en todo el significado de la palabra, fue un acto de valentía y de reconocimiento de la legitimidad de la Revolución.

Todo el que vende algo aspira a obtener ganancia. Esta verdad de perogrullo es así, pero debe ser una ganancia razonable, sobre elementos objetivos, no de forma abusiva o especulativa, sobre todo en un país que enfrenta una situación de crisis económica como el nuestro.