La imagen refleja un desprendimiento de rocas ocurrido en Babujal, en el kilómetro 96, una zona históricamente vulnerable a este tipo de eventos. Hace trece años, el municipio ya había sufrido daños similares tras el paso del huracán Sandy.
En ese tramo se ejecuta un proyecto de cambio de trazado que contempla la voladura de un sector del macizo montañoso a lo largo de 2,5 kilómetros. La obra tiene como objetivo alejar la vía del borde costero, elevar su rasante para evitar la penetración del mar y reducir la pendiente del talud, con el fin de minimizar el desprendimiento constante de rocas.
Actualmente, los trabajos están a cargo de la Empresa de Construcción y Montaje de Las Tunas (CONALZA), perteneciente al Grupo Empresarial de la Construcción del Ministerio de la Construcción de Cuba, junto a una brigada de la República Bolivariana de Venezuela. El cronograma prevé concluir el movimiento de tierra en un plazo aproximado de cinco meses; hasta el momento se han realizado tres voladuras y continúa el acarreo del material desprendido, quedando pendientes nuevas acciones para eliminar los riesgos existentes.
Entre las comunidades de Babujal y Palma Mocha persisten alrededor de seis kilómetros con socavaciones, aunque el tránsito es posible con las debidas medidas de precaución. Paralelamente, se realizan evaluaciones en otros puntos de la carretera afectados por el huracán Melissa, con el propósito de definir las obras necesarias para su completo restablecimiento.