Indiscutiblemente su aval aval lo amerita: toda una vida de experiencia, 3 posgrados (en Derecho Penal y General, Criminalística y El Derecho de los Niños y Niñas), ganadora de trece distinciones y 7
medallas, además, alcanzó los grados de Teniente Coronel desde 1998...

¿Cómo fue trabajar en el Consejo de Atención a Menores?
“Cuando me designaron a trabajar en el CAM en 1992 no tenía todo el conocimiento que luego fui adquiriendo. Este es un trabajo sensible y humano, porque hay que atender a menores de edad que presentan dificultades en su conducta y a sus representantes legales u otros familiares.

“Mi función en el Consejo del MININT fue como Presidenta de un equipo multidisciplinario compuesto por un jurista, un psicólogo, un pedagogo y una secretaria, quienes, luego de estudiados los expedientes con el dictámen del Centro de Evaluación y Orientación al Menor, el informe del oficial que atendía el caso y la entrevista al niño y adolescente con su representante legal, deciden las medidas que se aplicarán.

“Los casos son atendidos periódicamente, se les hace un control y se analiza su evolución, la mayoría con cambios positivos y a los que no se
les hace una revisión de las medidas”.

¿Cuál es el enfoque o estrategia principal para abordar la conducta de los niños?
“El tratamiento a estos menores lo establece el Decreto Ley 64 de 1982, con las categorías, facultades y medidas que pueden aplicarse, así como el trabajo con los actores comunitarios que inciden en el sistema.

“En el medio familiar, en la escuela o en la comunidad donde se visualice un menor que presenta algún trastorno en su comportamiento, en primera instancia debe ser presentado al Centro de Orientación del Ministerio de Educación, como forma temprana de su atención para evitar que llegue al sistema de Atención a Menores del MININT. Son los casos más graves porque ya son comisores de hechos que la ley tipifica como delitos.

“Las experiencias que se pueden tener en este trabajo son innumerables, porque el origen de estos trastornos son variados, pero siempre incide como principal el medio donde se desarrollan y el estado psíquico, lo que puede afectar su comportamiento.

“Tuvimos medios familiares difíciles donde prevalecía la violencia, situaciones económicas precarias, hacinamiento, mala conducta de sus representantes legales, lo que dificultaba el cumplimiento de las orientaciones que se dictaminaban e incluso llegamos a vernos en
situaciones tensas para llegar a ellos”.

¿Cree usted que el Código de las Familias actualiza o mejora el tratamiento a los menores?
“El decreto ley 64 del 30 de diciembre de 1982 crea el sistema para la atención a las personas menores de 16 años que presentan trastornos en
su conducta, aún se mantiene vigente por los sistemas del MINED y MININT. Desde el triunfo de la Revolución uno de sus logros y principios es la
protección a la niñez y juventud. El Código de las Familias, ley 156 del 2022, da continuidad al de 1995 y a los derechos contenidos en la Constitución de la República de Cuba, por lo tanto sí se actualiza”.

¿Cómo ha sido la vida después de la jubilación?
“Desde casa he participado en algunos eventos como presentación de tesis de maestría y en los que me han pedido asesoramiento; colaboro tanto en la comunidad como en cualquier instancia que me ha convocado".

“Pero ver como mucho de estos menores cambiaron y hasta se hicieron profesionales, también como agradecían la atención recibida, son las cosas que más satisfacción dejó mi trabajo”.

Marcia fue como Presidenta del Consejo de Atención a Menores hasta su jubilación el 30 de octubre del 2009, con 39 años de labor. Una mujer que siempre fue respetada y mantuvo buenas relaciones con los actores que incidían en el tratamiento a estos menores. Una mujer que, además apoya el proceso revolucionario cubano en todas sus etapas y quien caminará junto a sus colegas, familiares, amigos y conocidos, este 1 de Mayo.