Preparando el café en una cocina que desconoce su rutina, Fátima Sánchez, plancha el vestido blanco que en un rato vestirá su personaje en la función especial, en el Teatro de las Artes Visuales del Instituto Superior de Arte ISA.
Con el paso agitado de la capital cubana, la santiaguera va hacia la cómoda y retoma el guion de la obra Mujeres de Arena de Humberto Robles, que hoy se pone en escena bajo la dirección de Rey Pascual, para homenajear a todas las mujeres que justo ayer, celebraron su día.
Entre maletas y papeles, ella: mujer, madre, hija, nieta y actriz, hoy lejos de su hogar está lista para dar un mensaje mayor.
¿Qué es lo que más le impacta de tu personaje?
“He hecho varios personajes, pero lo que más me impacta en sí, es la temática del feminicidio, que durante la obra se relata en Ciudad Juarez, México. Interpretar a quién es asesinada y el dolor de la familia de la víctima, es un cambio de rol que requiere de mucha contención en el escenario, cuando aflora en mi, la sensibilidad y el pensar en las mujeres de Juárez y las de todo el mundo y más cuando se es madre, rompes a llorar a gritar.
¿Usualmente que haces el día de la mujer?
"Mis 8 de marzo siempre han transcurrido con normalidad, en actividades, recito alguna poesía para la FMC, comparto con mi abuela, mi hija Lorena y mi mamá. No hay a quien delegar las tareas de la casa, así que ese día reafirmamos el apoyo que existe entre nosotras y que debe haber siempre entre las mujeres".
¿Pasar este día lejos y no en tu hogar qué representa?
“El arte es una forma de denunciar y para que las mujeres con que vivo, las que conozco y las que no, para que todas las cubanas y las del mundo se sientan segura es imprescindible hacer valer nuestros derechos.
“Yo misma me reafirmo como feminista, cada vez que alzo mi voz en contra de cualquier tipo de violencia hacia nosotras. Sé que de esta manera no se acabará la violencia de género pero es una forma de hacer conciencia y dar a conocer testimonios reales, alertar, apoyar y orientar a las mujeres.
“El hecho de que la presentación sea en la Universidad de las Artes ISA, es una forma de participar en la educación de las nuevas generaciones, para que juntos podamos construir un mundo sin discriminación.
Fátima, ya está lista para salir a escena y alzar su voz, porque las felicitaciones nunca serán suficientes ni podrán borrar la violencia invisible, esa que sí existe cuando un piropo ofende, cuando una palabra denigra a la mujer, cuando en el hogar no se comparte sino que se recargan las tareas domésticas; cuando somos discriminadas al optar por un empleo, cuando el puño se pierde en un rostro, cuando la muerte lleva nombre de mujer.