Juntos han creado el proyecto "Sembrando en mi cuadra", un referente de soberanía alimentaria y educación nutricional a nivel nacional y hasta visitado, en 2023, por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, que en su diálogo con Saavedra, convidó a "continuar demostrando que sí se puede producir la mayoría de los alimentos que necesitamos".
El matrimonio, no solo ha promovido la autosuficiencia alimentaria, sino que también ha inspirado a más de 20 familias a unirse a esta noble causa.
Un llamado a la acción
El origen de este proyecto se remonta a la pandemia, cuando el Héroe de la República y Coordinador Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) Gerardo Hernández Nordelo, realizó una comparecencia en un panel informativo de Tele Turquino. Durante su intervención, mostró fotos de su propios cultivos y exhortó a los santiagueros a sembrar en sus casas, “al día siguiente, limpiamos la placa, tiramos baldes de agua, preparamos las condiciones y así empezó todo.
“El proyecto ha alcanzado tal auge al punto de que el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz Canel Bermúdez, el Secretario de Organización del Comité Central Roberto Morales Ojeda, el Comandante de la Revolución y Viceprimer Ministro de la República Ramiro Valdez Menéndez han visitado nuestra casa, a la vez que han elogiado el esfuerzo comunitario, algo que nos enorgullece y nos motiva a seguir adelante.
“La Dirección Nacional de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar ha jugado un papel crucial en este proyecto, a la hora de proporcionarnos canaletas elaboradas con materias primas recicladas, semillas, abono y otros recursos, sin su apoyo, no hubiéramos podido avanzar tanto.Este respaldo nos permitió que la cuadra fuese declarada referencia nacional, un reconocimiento que premia el trabajo y la dedicación de nosotros y nuestros vecinos”, recuerda Saavedra con una mezcla de nostalgia y orgullo.
“Cultivamos hortalizas, verduras, plantas medicinales, viandas y frutas, pero nuestro trabajo no se limita solo a esto. También albergamos animales: contamos con dos puercos y gallinas semirústicas que nos brindan huevos frescos todos los días. Estas gallinas pertenecen a una nueva raza que combina características mexicanas y cubanas, lo que las hace más resistentes y productivas. Este enfoque contribuye a la seguridad alimentaria de nuestra familia, ya que todo lo cultivado está destinado al autoconsumo y a centros de educación y salud”, explica nuestro entrevistado, mientras muestra con orgullo los resultados de su organopónico.
La voz de la comunidad
Entre los vecinos que se han sumado a la iniciativa se encuentra Arisbel Guía Casares, trabajadora de la Corporación Copextel S.A, "a mí me gusta sembrar plantas medicinales, eso siempre hace falta", dice con entusiasmo. Su madre, Francisca Casares, también disfruta del tiempo que pasa sembrando. "Tengo sembrado hace más de dos años, habichuela, tomate, ají, cebollín, menta y anís", comparte Arisbel, reflejando el compromiso de su familia con la agricultura.
Yurisandry Sedeño Barroso, comercial de RETOMED, también se ha sumado a esta causa. “En este momento, tengo sembradas diversas plantas medicinales y condimentos, como ajo puerro y orégano, entre otros. Siempre he soñado con cultivar y cosechar mis propios condimentos, ya que el sabor de un té se vuelve mucho más especial cuando uno puede recoger su propia albahaca o menta".
"No hay nada más gratificante que levantarse por la mañana, cortar una ramita fresca y preparar una infusión con ella. Además, con el aumento de los precios de los condimentos, hemos decidido cultivar aún más. Mi hijo Gabriel me apoya mucho en esta labor, y juntos disfrutamos de cada momento en el jardín”, detalló el avezado productor.
“Sembrando en mi cuadra“ es un ejemplo claro de cómo la comunidad puede unirse en tiempos difíciles para promover la soberanía alimentaria y el bienestar colectivo. La dedicación de Saavedra, Yolanda y sus vecinos demuestra que, con esfuerzo y colaboración, es posible transformar un espacio común en un oasis de producción y esperanza