Sin sonrisa de mujer no hay gloria completa de hombre. Pero más que una sonrisa ofrece Librada Rodríguez Ferrales, quien dirige hace más de un cuarto de siglo la UBPC Abel Santamaría. Esta santiaguera dedicada en cuerpo y alma a la agricultura, demuestra lo valioso de la mujer cubana para nuestro país.

“Si el hombre sirve la tierra sirve”, sentencia librada con esta frase martiana. “La agricultura lo es todo para un país”, y pone de práctica las palabras del Apóstol en su trabajo, en un terreno de 1.6 hectáreas. Junto a un colectivo de obreros, en su mayoría mujeres, sacan provecho a cada mínimo espacio de tierra donde siembran hortalizas, frutas y vegetales.

La UBPC Abel Santamaria cuenta con dos modalidades: huerto intensivo y semi protegido. Esta unidad entrega al mes 15 toneladas de hortalizas (a pesar de afrontar graves problemas con el suministro de agua), las que van distribuidas principalmente a Hogares Maternos, hospitales, centros escolares y casas de niños sin amparo filial.

“La agricultura sin agua, no es agricultura”, dijo Librada, “ha sido un reto muy grande, imagínate que nosotros tenemos 236 canteros con 23 metros de largo cada uno, lo que es un verdadero desafío para un obrero a la hora de regar”.

Sin embargo Librada afronta los problemas con actitud y lleva a cabo un proyecto para la construcción de un pozo que facilitará el acceso al líquido vital.

“La agricultura es de mucha dedicación y sacrificio, pero la tierra te devuelve todo ese esfuerzo que inviertes en ella. La mayor satisfacción es saber que hay personas que se benefician con lo que haces", afirmó devolviendo una sonrisa.

Sin duda un ejemplo para nuestro pueblo, y otra muestra más de la valía de las mujeres que trabajan en la agricultura, que saben ser obreras y madres, que ponen sus manos y su amor en nuestro suelo para brindarnos sus frutos.