En un amanecer de solidaridad y unidad desde la céntrica Plaza de Marte, en acto político cultural encabezado por la integrante del Buró Provincial del PCC Niurka Bell Calzado, pioneros, estudiantes de diferentes enseñanzas, trabajadores de varios sectores, representantes de las organizaciones de masas y dirigentes del Partido, el Gobierno, las FAR y el Minint, condenaron la escalada agresiva que ya deja cuantiosas víctimas civiles, en su mayoría niños, y somete cruelmente sin alimentos ni medicinas a una numerosa población; y conminaron a la comunidad internacional a poner fin a tanta crueldad y defender derechos elementales como la paz, la verdad, la soberanía y el derecho de los pueblos a existir.

Palestina no está sola, cuenta con nuestra solidaridad y nuestro apoyo, aseguró con el ímpetu de la infancia la pionera Paola Salmerón, alumna de la escuela Juan Manuel Ameijeiras, de la Ciudad Escolar 26 de Julio y recalcó que por la memoria de los niños masacrados bajo las bombas, los pequeños cubanos continuarán denunciando el crimen.

Por su parte el joven haitiano Woodson Fevrin, estudiante de 5to. año de Medicina en la Universidad Médica santiaguera, en nombre de los alumnos de otras nacionalidades que se forman en Cuba, instó a traducir la solidaridad en acciones concretas en defensa de los derechos humanos del hermano pueblo y como expresión de nuestro compromiso con la paz.

“La situación actual de Palestina es un recordatorio doloroso de las injusticias que existen en el mundo. No podemos permitir que la tristeza nos paralice, ni permanecer en silencio ante la barbarie. La lucha del pueblo palestino es la lucha por los derechos más elementales”, señaló.

El pueblo cubano, con sus jóvenes al frente, continuará contribuyendo al esfuerzo internacional por poner fin a los bombardeos contra la población en Gaza y la destrucción de sus viviendas, hospitales; las violaciones del derecho internacional, recalcó Yendry Guerra, integrante del Buró Provincial de la UJC.

En un amanecer en el que el pueblo santiaguero clamó por la paz y el respeto al derecho del pueblo palestino a su autodeterminación, versos, danzas y canciones, ratificaron igualmente desde el arte la solidaridad con la nación del Medio Oriente.