Conmueven las manifestaciones de solidaridad y altruismo, como la de Henry Reyes Rodríguez, que acogió en su casa doce personas, al tiempo que satisface el hecho de que el potente evento natural no cegó ninguna vida. Muchos aseguran que Sandy, en 2012, nos tomó por sorpresa, no porque fuera desconocida su proximidad sino por su fuerza devastadora que provocó nueve muertes (11 en todo el país), así como daños en unas 170 000 viviendas y a la infraestructura, principalmente en la segunda ciudad en importancia del país y en municipios ubicados a la derecha de su trayectoria como San Luis y Songo-La Maya.
Esta vez, «nos preparamos mejor, yo acogí a 12 personas en mi casa. Cuando el Sandy fueron menos al principio, porque algunos prefirieron quedarse en sus viviendas y cuando los vientos arreciaron vinieron corriendo y pidiendo auxilio», comentó Henry Reyes Rodríguez, un santiaguero que todavía recuerda las terribles inundaciones provocadas por el Flora en el 1963.
Sin embargo, las comparaciones con «el leñador», como se le nombró popularmente a este huracán de 2012, trascienden, además, a la rapidez con la que se desarrolló la recuperación, fundamentalmente con la recogida de los millones de metros cúbicos de desechos sólidos generados y el restablecimiento de los servicios eléctrico y de las telecomunicaciones. Recuerdo que en mi zona tardaron 21 días en lo uno y casi un mes en lo segundo, «y 25 en el poblado de Sevilla», aseguró Milagros, quien –junto a su pequeño hijo-, se incorporó al trabajo «el miércoles en la tarde».
Ciertamente, en momentos de crisis apelamos a los recuerdos mejores tiempos y hace una década nuestra economía tenía mucha más vitalidad -con los años más crudos del Periodo Especial ya superados-, y, a mi entender un aspecto determinante, los mayores damnificados se concentraron en el este de las provincias indómita y de Holguín. Algo similar ocurrió con el paso de Óscar, en octubre del pasado año, en Guantánamo, con severas consecuencias en la vida socieconómica de los municipios de San Antonio del Sur, Imías, Baracoa y Maisí, y lo más doloroso e irrecuperable fue la muerte de personas.
Eléctricos santiagueros, apoyados por brigadas de varias provincias, están levantando postes, restableciendo tendidos, y entre el lunes y el martes lograron servir unos tres megawatts (MW) en la capital provincial, «en 2012 la Revolución Energética olía a reciente, y nuestro Sistema Eléctrico Nacional (SEN) era estable, con reservas en la generación y respaldos en lo tecnológico, de piezas de repuesto y otros recursos, muy superiores a los de hoy», aseveró el ingeniero Javier Calero Román, director de la Empresa Eléctrica local, tras precisar que «solo en generación distribuida, la provincia contaba con unos 100 MW disponibles, más la principal fuente en la Central Termoeléctrica (CTE) Antonio Maceo, Renté, por lo que podíamos abastecernos y aportar con normalidad al SEN», precisó.
Por eso que, a diez días del Sandy, el 53 % de la provincia ya tenía corriente; no obstante, añadió el ingeniero Jesús Aguilar Hernández –director general de Renté-, «estamos ultimando los detalles para el arranque de nuestras unidades, porque independientemente de que el ojo de Melissa pasó a unos 30 kilómetros de nuestra CTE, las medidas ejecutadas para minimizar riesgos y vulnerabilidades cumplieron sus objetivos».
En la ciudad capital, decenas de brigadas laboran en el restablecimiento de los circuitos, «en jornadas de hasta 15 horas, y regresar a nuestros hogares con las mismas circunstancias que el resto del pueblo; pero aquí no se rinde nadie, somos de Patria o Muerte», acotó Leonel Sánchez Diéguez, quien encabeza un nutrido grupo de linieros y otros especialistas en redes y sistemas.
Como dato preliminar, se supo que ascienden a 31 088 las viviendas dañadas, con 2560 derrumbes totales y 8 831 con alguna afectación en sus cubiertas, «los delegados son protagonistas del levantamiento y las evaluaciones de los casos la desarrollan los técnicos del Sistema de la Vivienda, ya tenemos más de 2 000 fichas técnicas aprobadas y comenzó la comercialización de 20 000 tejas en todos los municipios, con el presupuesto del Estado asumiendo el 50 % del precio y, en para los más vulnerables, hasta el 99%», dijo Danislai Hechavarría Duvalon, Coordinadora de los Objetivos del Programa Constructivo en el Gobierno Provincial.
Para la campaña de frío de planificaron sembrar cerca de 71000 hectáreas de cultivos varios, «las lluvias y los vientos devastaron lo que costó tanto sacrificio, ahora a empezar de nuevo», comentó Rody Carmenaty, del Polo Productivo El Alambre.
Para la recuperación, se necesita de todos
Como Yendrik Mora, de Contramaestre, muchos han puesto a disposición de vecinos y amigos sus plantas eléctricas, para la carga de dispositivos móviles, ventiladores portátiles y luminarias; otros han optado por cobrar, «hasta 200 pesos si es un dispositivo grande, entiendo que el combustible está escaso, pero estamos en una situación excepcional», manifestó Lena María, residente en el densamente poblado Centro Urbano José Martí.
El Consejo de Defensa Provincial (CDP) indicó a todas las dependencias estatales que tiene grupos electrógenos de emergencia presten dicho servicio, «son incontables los que vienen a cualquier hora», informaron en la sede de la Asamblea Municipal de Poder Popular de San Luis, «donde también nos permiten realizar llamadas telefónicas», señaló Javier Manuel Rasua.
Muy cerca, el trabajador por cuenta propia Jonathan Jesús Ojeda Suárez, prepara caldosa para cien personas necesitadas, «además de trabajar junto al gobierno en acciones similares en hogares maternos, de ancianos, círculos infantiles y los locales del Sistema de Atención a la Familia (SAF)», expresó el joven emprendedor. Es menester acotar que los más de 5000 comensales de los SAF en la provincia tiene asegurados, a precios subsidiados (26 pesos como máximo por día), el almuerzo y la comida.
Florentino y Víctor Ferrer Cruzata, son dos hermanos que presentan discapacidades físico-motores e intelectual, que se encuentran en el Hospital General Alberto Fernández Montes de Oca, dos hermanos atendidos por la Asistencia Social, «fueron trasladados a un Centro de Protección porque su vivienda estaba en peligro de derrumbe, desde entonces dos trabajadoras sociales han asumido su atención integral y el Estado sufraga sus gastos», suscribió Yanelis Semanat Perera, quién supo que la Dirección Municipal había encargado la confección de colchones que serán entregados gratuitamente a damnificados.
Decenas de camiones de Grupo Empresarial AzCuba, procedentes de varios territorios del país, apoyan la recogida de basura, escombros, «y en todo lo que haga falta; pero a veces enoja ver que, después de haber limpiado una calle, aparezcan microbasurales. Es cierto que muchos están tristes, pero hay que empinarse como dijo Mariana; yo tengo 40 años de trabajo y no me detengo, porque como dijo Raúl el año pasado, aquí estamos y aquí estaremos», expuso, a viva voz, Manuel López Rodríguez.
Ese santiaguero de pura cepa había detenido su triple de montaña para que la alzadora operada por el villaclareño Jesús Acosta Morales, le colocara «una montaña de hojas y troncos ubicada frente a la imagen del Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, esa frase de que aquí no se rinde nadie tiene que seguir inspirándonos», encomió.
De igual modo, Adnón Díaz Popa, administrador de la bodega El Progreso, limpiaba los ladrillos, despejaba los escombros, rescataba lo que podía servir, «porque es mi responsabilidad, menos mal que habíamos y trasladado los recursos hacia otra de mejores condiciones». Reinaldo Cañada Cuba, otro joven chofer, no dudó en remolcar una ambulancia que trasladaba unos heridos cerca de la presa parada, «la vida es lo primero que hay que salvar, Cuba puede contar siempre conmigo», afirmó.
Está Robertico, el administrador de la panadería La Enramada, que encabezó la construcción de un horno tradicional, «mucho antes del ciclón y donde elaboramos más de 10000 panes diariamente; y el techo de la panadería ya está puesto. En la recuperación todos contamos y debemos aportar».
En el Laboratorio Farmacéutico Oriente, en una sola jornada, se produjeron tres lotes para hemodiálisis, tenía listas para su distribución 350 000 bolsas de cloruro de sodio y la dextrosa que necesita el país para 30 días.
No obstante, varias comunidades intrincadas permanecen incomunicadas por vía terrestre, hay quienes han preferido permanecer como espectadores y no se incorporan a la recuperación, «no han limpiado ni su casa, yo, que tengo más de 80 años, ya tengo todo recogido», enfatizó Caridad Kindelán Planas; otros elevan precios y tarifas, «a diestra y siniestra, por lo que los cuerpos de inspección deben ser más rigurosos, dentro de la ciudad santiaguera una camioneta te cobra entre 50 y 100 pesos por cualquier tramito y las motos hasta mil», especificó María Calzado Pérez.
«Pero, como entonces, nos estamos levantando; Melissa demostró que un país socialista y de escasos recursos puede proteger a su población más vulnerable de un desastre; solo en Santiago fueron cerca de 290 000 personas protegidas.
Ahora que primen la unidad, la solidaridad y el trabajo, sin dejar a nadie desamparado, porque esas son las bases de nuestra Revolución», explicó Beatriz Johnson Urrutia, Presidenta del CDP.