Existen dos senderos de mucha valía en dicha demarcación, el del curioso nombre Centinelas del Río Melodioso y el de Los Helechos.
En cuanto al primer caso, dicen los campesinos del lugar que le bautizaron así debido a que durante toda la marcha el caminante escucha el rumor de las aguas, como desde un arpa.
Perfecto para la observación de formaciones geológicas, paisaje, flora y fauna, se convierte el viajero en centinela de ese río que se encuentra en el Parque Guanayara, camino con una dificultad establecida en media, a través de una distancia de dos mil 500 metros.
El Parque se ubica a unos 16 kilómetros del centro de Topes de Collantes, en plena Sierra del Escambray.
Allí se encuentra la típica casa campesina, de donde se parte y adonde se regresa a almorzar, vivienda construida en los inicios del siglo XX por Vicente Sotelo Gómez, cafetalero español.
Ese sendero lleva por cruces sobre piedras y riachos, con la belleza majestuosa del lugar, y el sonido melodioso del río, hasta llegar al Salto del Rocío, donde los caminantes hacen alto.
El otro sendero, de los tantos que existen por el lugar programado para un turismo de naturaleza, es el de Los Helechos, con mil 330 metros de viaje y observación del río, flora y avifauna.
Transcurre el camino por un bosque húmedo y frondoso, vinculado a la ribera del Arroyo Trinitario, con condiciones naturales para la existencia de varias especies de helechos, de ahí su nombre.
Se aprecian Helechos Arborescentes (Cyathea arborea) y de las aves abundan la Cartacuba (Todus multicolor), el Tocororo (Priotelus temnurus), el Negrito (Melopynnha nigra), el Zorzal (Turdus plumbeus) y más de 15 especies de bijiritas (Dendrica sp).
Saltos de agua y pocetas completan el panorama, además de tener un descanso en una casa de campesinos, con el apropiado café criollo y frutas de la región, para amortiguar la caminata.