La Casona Cultural Aquiles Nazoa, en el estado de Miranda, acogerá el encuentro que fue convocado por las partes para solventar las diferencias surgidas a finales de año tras el anuncio del presidente colombiano, Gustavo Petro, y el cual sesionó en total hermetismo.

Ese espacio sirvió de sede el 4 de octubre último al reencuentro de las partes, donde acordaron reiniciar las conversaciones de paz al mes siguiente en Venezuela, después que el presidente Nicolás Maduro aceptara la propuesta de Petro de fungir como país garante.

El pasado 31 de diciembre el mandatario neogranadino notificó el cese el fuego bilateral con cinco organizaciones armadas, por seis meses, incluida el Ejército de Liberación Nacional.

Dos días después, la guerrilla afirmó en un comunicado que aún no existía ningún acuerdo al respecto y detalló en su página oficial en Internet que, tras finalizar el primer ciclo de conversaciones realizado en esta capital, solo se acordó lo referido a la institucionalización de la Mesa.

Además, precisó, de realizar ajustes a la Agenda, llevados a consultas, tanto al presidente como al Comando Central.

“Una vez concluyamos lo que está previsto estamos en disposición de discutir la propuesta de Cese el Fuego Bilateral, para examinar los términos que hagan posible un acuerdo. Entendemos el Decreto del Gobierno como una propuesta para ser examinada en el siguiente ciclo”, remarcó la guerrilla.

El jefe del grupo de trabajo del Ejecutivo colombiano, Otty Patiño, agradeció días atrás, en nombre de su delegación, la hospitalidad de Venezuela para acoger este encuentro extraordinario y anunció que el segundo ciclo de conversaciones comenzará en México a mediados de febrero.

También el ELN confirmó en Twitter la reunión, a fin de abordar “claridades para superar la crisis generada y la continuidad armónica del segundo ciclo”, apuntó.

En entrevista esta semana, el comandante Aureliano Carbonell, de la delegación para los diálogos de paz del Ejército de Liberación Nacional, manifestó que ellos buscarían aclarar ese desencuentro.

También tratarían “de enrutar el proceso, de tal manera que podamos desarrollar el segundo ciclo que está planteado para México”, aseguró.