En una asamblea local, Maruyama destacó que el inicio de las operaciones en Shimane es inevitable en medio de las circunstancias actuales, reseñó la cadena de noticias NHK.

“Necesitamos mantener la energía para la industria y la vida cotidiana. Las centrales nucleares tienen que desempeñar su papel”, subrayó.

La Compañía Eléctrica de Chugoku aprobó en septiembre de 2021 los estándares de seguridad establecidos por la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón y pretende reiniciar en 2023 el reactor 2 de la planta.

Al respecto, el secretario en jefe del Gabinete, Hirokasu Matsuno, dijo en conferencia de prensa que el gobierno apoyará la reanudación del funcionamiento de Shimane basado en el dictamen positivo de la NRA, porque la política concebida para este tipo de instalaciones prioriza ante todo la seguridad.

Asimismo, destacó la importancia de la energía nuclear como una fuente necesaria desde el punto de vista del suministro estable, la eficiencia económica y la descarbonización, que adquiere un valor mayor frente a la elevada cotización de los combustibles en el mercado internacional.

El reactor 2 de Shimane es de agua en ebullición, igual a los tres de Fukushima I que se fusionaron cuando el terremoto y tsunami de 2011.

Más de una década después del desastre nuclear y previo al anuncio de hoy, solo 10 de los 33 reactores operables en Japón recibieron los permisos de funcionamiento, todos de agua a presión, ninguno como los de Shimane.