El certamen, convocado por la Oficina Nacional de Diseño (ONDi), es una iniciativa hija de la colaboración Italia-Cuba, que nació el pasado mayo a propósito de la celebración del Día del Diseño Italiano 2022 en la Isla, como parte de la tercera  edición de la Bienal de Diseño de La Habana. Y que tiene entre sus organizadores, además, a la Embajada de Italia en Cuba y la oficina  para el Comercio Exterior de esta agencia aquí.

El concurso busca transitar, desde el diseño industrial y la comunicación visual, por las tradiciones más arraigadas en Cuba e Italia, ya que sin duda, el café es para muchos una forma de despertar los sentidos.

‘Quedar para un café’, pretende reafirmar que el universo asociado al grano es mucho más que el cultivo, cosecha y elaboración de esta bebida, que despide una sensorialidad incomparable.

Según la ONDi, ya existe un mundo de diseño edificado alrededor del café, con creaciones industriales para el sector del turismo y la hotelería, entre otras bondades, pero siempre sería provechoso una mirada  de nuestros creadores, de ahí esta convocatoria.

 Un buen café, que sí se recicla

Que Cuba se ha convertido en uno de los mayores exportadores de café ecológico o también denominado café orgánico, ya es una realidad.  Así se afirmó en una de las conferencias que desde la ExpoCaribe, daban a conocer la inclusión de la Isla en el proyecto BIOcafféCUBA, con muy buenos resultados, ya que tras la cata de café realizada se comprobó que nuestro producto cuenta con más de 115 caracteres que le aportan calidad.  

El café ecológico cubano nace de la floresta, es aquel que se cultiva de forma natural, en condiciones mínimas, sin el uso de químicos o pesticidas, por policultivadores, quienes desde una agricultura ecológica garantizan un proceso de cultivo responsable que apuesta por el respeto del medio ambiente. En las provincias de Santiago de Cuba y Granma, se hace realidad este proyecto de cooperación con una empresa italiana productora de café ecológico creada desde 1813, que bajo la marca Debuencafé, comercializa esta bebida ecológica en cápsulas compostables y biodegradables; pues en el mundo las cápsulas de café son uno de los productos más consumidos en la actualidad.

El intercambio que propició la feria internacional que aconteció en el Oriente cubano, dejó las puertas abiertas para continuar fomentando esta nueva modalidad que aunque no logra ser cien por ciento sostenible, sí intenta acercarse al máximo en todas sus etapas: cultivo, transporte, tueste, distribución y, por supuesto, el residuo.

La esencia de este proyecto en el que Cuba se inserta ya con pasos sólidos, es hacer del café una planta mágica de progreso, porque sin duda esta deliciosa bebida es muy cotizada por su valor altamente estimulante, siendo una de las tres más consumidas en el mundo junto con el agua y el té.

Para nuestro país esta alianza permite no solo recuperar las áreas cafetaleras, y preservar el medioambiente, ha sido también la manera de crear un sistema que funcione como un todo, en aras de unificar la familia cafetalera cubana y del mundo.