El joven doctor cuenta que antes de estudiar la carrera de Medicina practicó durante nueve años la esgrima, lo que le permitió transitar por la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) y las Escuelas Superiores de Perfeccionamiento Atlético (ESPA), y ser reconocido en las diferentes categorías: pioneril, escolar y juvenil. Refiere además que otra de sus opciones para ingresar a la enseñanza universitaria era estudiar Derecho, ya que le gusta todo lo relacionado con las leyes, normas y jurisdicciones.

“La vocación por ser médico surge a raíz de una situación personal cuando tenía 12 años. Una tía muy querida para mí falleció por un cáncer en el interior de una manera muy rápida, y por esa razón decidí que mi camino iba encaminado a estudiar Medicina”.

¿Tu formación como médico?

“Tengo muy lindos recuerdos de los años de formación en la Facultad No. 2 de Medicina. Tuve profesores maravillosos con una alta preparación académica, que fomentaron en mí actitudes y aptitudes para desarrollarlas una vez en el postgrado y me inculcaron el arte de prever como un fundamento de la medicina cubana sobre la base de los principios de la solidaridad, el humanismo y el internacionalismo.

“Los recuerdo a todos con mucho cariño por las experiencias y conocimientos que me transmitieron, desde los que estaban directamente vinculados a la carrera hasta los de asignaturas como Historia, Filosofía y Psicología que complementaron mi preparación”.

Para Johnson Valenciano integrar las filas de la UJC desde que cursaba el noveno grado en la EIDE Capitán Orestes Acosta Herrera y las filas del Partido Comunista de Cuba (PCC) desde 2018 es un orgullo muy grande. La emoción es notable cuando habla al respecto.

“Ser militante de la UJC me llena de compromiso para con la Revolución. Implica una gran responsabilidad ya que tenemos que ser ejemplo en todo momento porque somos la vanguardia de la juventud cubana.

“En el periodo como estudiante me seleccionaron mediante la asamblea de ejemplares para sumarme a las filas del PCC a partir de un proceso especial de crecimiento que tuvo lugar en la Universidad. Pertenecer a esta organización es un acto de compromiso y reafirmación del proceso revolucionario, y más en estos tiempos donde se está llamando a la juventud a ser verdaderamente continuidad, no solo con palabras sino con hechos.

“Militar en estas dos organizaciones, que son referentes a nivel mundial, ha contribuido a aumentar mi nivel de preparación. He participado en diferentes espacios teóricos y prácticos que me dan la posibilidad de estar capacitado para defender la Revolución en las instancias y al costo que sea necesario”.

¿Cómo te conviertes en diputado a la Asamblea Nacional y cuánto ha aportado a tu vida?

“Mientras era presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en la Universidad de Ciencias Médicas fui elegido por varias esferas de la provincia para participar en un proceso de selección de los diferentes sectores que tributan a la Asamblea Nacional. Este proceso de selección de diputados fue aprobado por el pueblo.

“Sin duda me ha aportado mucho a mi formación y superación personal y profesional. He tenido la oportunidad de vincularme a diferentes sectores de la economía y la sociedad tanto en Santiago de Cuba como en otras provincias, lo que me permite tener un dominio de temas de diversa índole.

“Además, durante estos años como diputado he participado en todos los procesos de consulta, elaboración y aprobación de las leyes desde la Constitución de la República hasta las restantes leyes que se han suscitado.

“Lo principal es el vínculo con el pueblo, responder a sus necesidades, saber que piensa y tramitar cualquier insatisfacción o propuesta que tenga, porque los diputados somos servidores del pueblo”.

Desde 2018 Suniel Jonhson Valenciano ocupa un puesto como diputado en la Asamblea Nacional
¿El desafío de la Covid-19?

“La Covid-19 marcó un antes y un después en la medicina, no solo en Santiago de Cuba sino en el mundo entero. Fue un hecho sin precedentes porque nos enfrentábamos a una enfermedad novedosa de rápida diseminación, donde todos los días las investigaciones arrojaban elementos nuevos y los protocolos se modificaban constantemente, por lo que teníamos que estar actualizados.

“Durante el período pandémico dirigí el Puesto de Mando para el enfrentamiento a la Covid-19 en el policlínico Ramón López Peña. De conjunto con otros compañeros estuvimos al frente de los casos positivos que se reportaban, su ingreso, el control de foco y la vigilancia de los casos sospechosos.

“Fueron meses de trabajo arduo y constante. No teníamos momento para descansar. Hubo días en el policlínico donde se reportaban más de 20 personas positivas que tenían que ser ingresadas al igual que sus correspondientes contactos por lo que trabajábamos desde las 6:00 a.m. hasta pasadas las 10 de la noche. Lo fundamental era trabajar unidos y apoyándonos en todo momento, cuidar la salud de la población y de todos los miembros del grupo de trabajo.

“Muchas fueron las experiencias vividas durante esta etapa. La mayor satisfacción que tengo como médico es el agradecimiento y reconocimiento de las personas por la labor desarrollada, lo que me estimula a trabajar cada día más y hacerlo siempre mejor”.

Integrantes del Puesto de Mando para el enfrentamiento a la Covid-19 del policlínico Ramón López Peña

¿De qué manera equilibras la atención a la familia y el trabajo como médico, militante y diputado?

“Siempre trato de atender a mi familia, de estar presente en los principales momentos. Todos los días, aunque sea por poco tiempo y muchas veces en la noche busco la oportunidad de ver a mi mamá y a mis abuelas. El kit está en organizar bien la agenda de trabajo para poder cumplir con todo y dedicarle tiempo a la familia”.

¿Aspiraciones?

“Este año aspiro a terminar la especialidad que estoy cursando para convertirme en Especialista en primer grado en Medicina General Integral, optar por la categoría docente de instructor ya que me gusta transmitir a las nuevas generaciones un poco de los conocimientos que he adquirido en el ejercicio de la profesión. Asimismo, estoy incluido en un proceso de doctorado, a partir de la necesidad del Sistema Nacional de Salud Pública de aumentar el número de doctores en ciencia para así elevar el grado científico y la capacidad investigativa del personal de la salud”.

Historias de vida como la de Suniel, un joven comprometido con su profesión y su país, son frecuentes en nuestra sociedad que tiene en la juventud, su máxima fortaleza para seguir transformándose y desarrollándose.