Muchos han sido los problemas afrontados por los cubanos en las más de seis décadas transcurridas, problemas provocados por las gobernaciones norteamericanas, ante la imposibilidad de lograr sus malévolos propósitos de sometimiento imperial. Convencidos de esa realidad aplastante, arremeten hoy con un bloqueo recrudecido y una repugnante campaña mediática.

Sucede que, a pesar de todos sus intentos sofocadores, no han podido doblegar a la mayoría de los hijos de este archipiélago, paradigma de firmeza e identificación fiel, y no se trata de simples palabras para adornar una verdad recurrente.

Ante los ojos de la humanidad Cuba es un gran ejemplo de resistencia y de dignidad, esa resistencia que nos ha hecho crecer ante la asfixia económica, a partir de la permanente creación de alternativas en todo el acontecer nacional.

Queda mucho por lograr, pero no podemos ignorar el asomo de algunos avances, esencialmente en las producciones agrícolas como alivio a las insuficiencias alimentarias. Se trata de una búsqueda constante de soluciones en medio de un escenario diverso y muy complejo, frente al cual los cubanos se empinan decididos a vencer con sus propios esfuerzos y sin intromisión de ninguna bota ajena.

Baste recordar las dificultades vividas entre 2019 y 2022 por las agudas carencias, a diferencia del acontecer actual, donde no han faltado los emprendimientos con resultados plausibles en todas las esferas y acciones, en paralelo, acerca de medidas cardinales como respuesta a otros muchos problemas y para el necesario ordenamiento, atemperado a las circunstancias económicas y sociales.

Este año se cumplen 201 años de la Doctrina Monroe, aquel siniestro documento elaborado en 1823, elaborado por el sexto presidente de los Estados Unidos, John Quincy Adams, pero atribuido a James Monroe, quinto mandatario, donde quedaron claras las intenciones del imperialismo norteamericano de constituirse como poder hegemónico en las Américas y así adueñarse de sus recursos naturales y decidir el destino de esos países, a su favor. No han cejado en sus objetivos, mas en Cuba no lo han podido lograr, a pesar del hostigamiento constante a la economía del país y mediante la intoxicación mediática, donde queda al desnudo la perversidad “inteligente”, sin ningún escrúpulo.

Los enemigos podrán entretejer todo tipo de artimañas, pero quedarán atrapados en sus credos absurdos y banales, porque será como siempre, una vigorosa demostración de respaldo a la Revolución con esa multitudinaria fiesta de los trabajadores, esta vez robustecida por la resistencia, la creatividad y el valor de la lealtad de todo el pueblo.