Y los aplausos continúan porque la Revolución resiste y está viva y eso se debe, en gran medida, a la existencia del Partido único que el propio Fidel definió como el alma de la Revolución.
Cuando muchos anunciaron, y celebraron, el canto de cisne del sistema socialista mundial y la inminente caída de la Cuba socialista, la inigualable resistencia del pueblo con la genial conducción del Comandante lo evitaron.
En estos tiempos de crisis hay que atender, una vez más, a Fidel; a cómo él concibió el enfrentamiento al llamado Periodo Especial en Tiempos de Paz. De cómo el país pudo salir de la casi opción cero entre los años 1992 y 1994, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo un 35 %, y contra todo pronóstico avanzó a la paulatina recuperación a partir del 1995.
La resistencia creativa de los cubanos, que tiene su génesis en aquellos crudos años 90, ha sido reconocida hasta por el cine estadounidense. El documental de Faith Morgan, The Power of Community: How Cuba Survived Peak Oil (El poder de la comunidad: cómo Cuba sobrevivió al pico del petróleo) destaca el hecho de que el único país del mundo que ha enfrentado una crisis a partir de la reducción masiva de los combustibles fósiles (petróleo) resulta un ejemplo de opciones y esperanza para el resto del mundo.
Nuestros diputados aprobaron un paquete de medidas que por sí solas no revertirán la actual crisis. La crisis se revertirá con el concurso de todos los cubanos. Las leyes por sí solas no transforman, ni la voluntad política es definitoria. El pueblo es la levadura que leuda toda la masa; pero, como expresó el General de Ejército, “no olvidemos que solo el Partido, como institución que agrupa a la vanguardia revolucionaria y garantía segura de la unidad de los cubanos en todos los tiempos, solo el Partido, repito, puede ser el digno heredero de la confianza depositada por el pueblo en el único Comandante en Jefe de la Revolución Cubana, el compañero Fidel Castro Ruz”.
Fidel, en el discurso que da título a este artículo no vaciló en alegar “a nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá”. La XXII Cumbre del ALBA-TCP, que aconteció en La Habana, patentizó la continuidad su legado y el de Hugo Chávez: integración, igualdad, independencia y prosperidad para Nuestra América.
La ovación a Fidel y a su obra continúa. Parafraseando a Esteban Lazo, Presidente del Parlamento Cubano, la debilitamos cuando permitimos corrupción, ilegalidades y todas las nefastas realidades contra las que se luchó, que son propias del salvaje capitalismo, y motivaron la Revolución.
Una Revolución cambia todo lo que debe ser cambiado. ¡Fidel!, aplausos y sí a tu exhortación, de aquel inolvidable 19 de abril de 2016: “Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible.”
Junto al Partido Comunista, el pueblo todo, protagonizará intensas jornadas durante 2023, el año 65 de la Revolución, para que este signifique en asuntos económicos lo mismo que el 1995.