Yanixi Acosta, vicepresidenta de la Sociedad de Interfaz de Ciencia y Tecnología Cintro S. A. e investigadora de la UG, refirió a la Agencia Cubana de Noticias que la incorporación de un 10 a un 40 por ciento de este producto en la alimentación cunícula permite alcanzar el peso ideal del animal para su sacrificio en 78 días.
Esa innovadora alternativa contribuye a un mejor aprovechamiento de las canales, en tanto garantiza la ceba con grasas saludables, proteínas y fibras sin variar el sabor de la carne, resultado favorable en comparación con otras naciones tropicales, aseveró.
Afirmó la exitosa experimentación en fincas de Baracoa y la cabecera provincial, a fin de reducir el uso de piensos convencionales y de altos precios de importación compuestos por maíz y alfalfa, y sustituir de forma total el uso de harina de soya.
De acuerdo con la especialista, el empleo del nuevo nutriente disminuye de forma significativa el costo total de la alimentación e incrementa las ganancias monetarias obtenidas por los centros pecuarios con la venta de la carne.
La academia, asociada a la santiaguera Universidad de Oriente en proyectos científicos de aplicación socioeconómica, alista pruebas piloto para incluir este 2024 la harina de coco en la dieta de las aves de corral y el ganado porcino, y extender su empleo a fincas de todo el país.