Dos unidades reproductoras situadas en la misma zona le suministran el huevo fértil que tras rigurosa selección y control sanitario, son llevados a las incubadoras donde se inicia el proceso que abarca 21 días como promedio, de los cuales 18 deben transcurrir en la incubadora y los restante tres en las nacedoras, a una temperatura de un grado Celsius menor que el proceso previo, nos explicó su director Adolfo Santana Infante, joven nacido en este apartado lugar en el seno de humilde familia campesina, respetada por su entrega al cultivo de la tierra y lealtad a la Revolución.
“En la selección, detalló, evitamos los huevos excesivamente grandes o muy pequeños, porque los grandes se incuban mal y los pequeños producen polluelos pequeños, también se rechazan los que están deformes o tengan la cáscara agrietada o delgada; para todo el proceso que va desde la selección de los huevos, hasta el traslado de las pollitas a sus provincias de destino, contamos con un personal muy calificado que considero es nuestra fortaleza para garantizar todos los años más de un millón 500 mil futuras gallinas ponedoras”.
En el transcurso del recorrido se sumó a la conversación el ingeniero principal de la planta, José Antonio Oliva, explicando que “desde 2008 disponemos de 16 máquinas incubadoras y cuatro nacedoras de tecnología china que trabajan las 24 horas con dos sacas semanales, una los martes de 3 mil 400 nacimientos y los viernes de 57 mil 600”.
“Una vez separadas las hembras de los machos mediante el cesado, puntualizó, las pollitas futuras ponedoras reciben tres vacunas para prevenirles de enfermedades, las que no sustituyen las buenas prácticas del manejo que debe dárseles en las granjas de inicio que es su primer destino, en el tránsito de un año o más que deben cumplir produciendo huevos”.
¿Cuáles son las provincias que mejores resultados obtienen de las ponedoras que salen de ésta planta? Le pregunté en el transcurso de la conversación.
“Debería ser la provincia de Santiago de Cuba la de mejores resultados, pero no es así, por dificultades en las buenas prácticas del manejo la supera Guantánamo, Granma, Las Tunas y Ciego de Ávila que es la de mejores resultados en el país”.
Antes de despedirme de su excelente colectivo de trabajadores, Adolfo Santana, quien completa más de 10 años al frente de ellos recordó que la planta lleva el nombre de “26 de Julio” y están comprometidos a recibirlo, en esta ocasión, cumpliendo con el encargo estatal logrando productividad y solvencia económica limpia y pura.
