Santiago de Cuba,

El placer de compartir una sonrisa

30 June 2022 Escrito por  Maité Hernández Naranjo (Estudiante de Periodismo)

“El placer de ayudar a quienes más lo necesitan no tiene precio; sentir la satisfacción de hacer el bien también alimenta el alma”, así lo reafirma la estudiante de 2do año de Enfermería Maité Guerrero Liranzo, que  junto a Ana Olga Rosabal Regalado, de 4to año, y la profesora de Ciencias Médicas Raiza Fernández Sosa, dirigen el proyecto Sonrisas Compartidas, en el municipio de Palma Soriano.

 “Creado en el curso 2015- 2016, el Proyecto contribuye al bienestar de pacientes con enfermedades oncopediátricas del territorio, y otros pequeños que viven en la Casa de niños sin amparo familiar.

“Con la llegada de la Covid-19 y la necesidad de mantener el debido distanciamiento y cumplir las medidas higiénico- sanitarias, tuvimos que hacer una parada; pero como ya retornamos a las aulas también echamos a andar esta iniciativa que aúna no solo a 153 estudiantes, suma además, a funcionarios del Partido, psicólogos, médicos, pediatras y  otros trabajadores e interesados en colaborar.

“Actualmente en ‘Sonrisas Compartidas reunimos a 16 niños que padecen enfermedades oncológicas -dijo Maité Guerrero-  y en el empeño de alegrar sus días, este grupo visita sus hogares para conocer de cerca sus historias. También realizamos actividades recreativas en el hospital pediátrico y en ocasiones extendemos nuestras acciones hasta los círculos infantiles.  

La estudiante nos acerca a la historia del primer niño en visitar luego de la reincorporación del grupo, su nombre es Michel Infante Batista de 13 años y padece de un tumor cerebral.

“Sus padres dieron la aprobación de la visita y aceptaron la ayuda del Proyecto. El pequeño pasa gran parte de su tiempo en el hospital, y a pesar de ser muy inteligente  por su edad no sabe a profundidad los riesgos que entraña su padecimiento, los esfuerzos que realiza el Estado cubano para mantener los tratamientos de estos pacientes pese a limitaciones y bloqueo, y los miles de sacrificios de su familia en medio de una situación económica nada favorable.

“El objetivo del Proyecto se ha ido logrando paulatinamente, y no solo entre los estudiantes de Ciencias Médicas, que así cultivan aún más su vocación humanista y esos sentimientos y valores que deben prevalecer en su carrera;  otras personas también se sensibilizan, se acercan, colaboran; ya hemos logrado entregar hasta donaciones”,  finalizó Maité Guerrero.

Sin duda, es muy saludable desarrollar proyectos como este que llevan la alegría, el entretenimiento y la solidaridad a pequeños que por esos caprichos del destino enfrentan situaciones de vulnerabilidad; ‘Sonrisas Compartidas’ es un ejemplo de lo mucho que  puede hacerse con poco, para aliviarles a otros los dolores del alma y hacerlos sonreír.

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