Nos esperaba sentado en el parque del edificio donde vive, para comenzar su rutina. Una sonrisa reconfortante y la expresión: “Los estaba esperando”, fue la bienvenida de Orlando Guevara Núñez.
“Este es el huertico”- expresó cuando llegamos al lugar-“El valor principal no es lo que él da, porque es poco, sino que si existieran varios como este se podría convertir en mucho”.
-¿Qué acostumbra hacer en las mañanas?
“Soy diabético, cuando despierto y desayuno, me inyecto insulina, y con gran destreza recojo mi machete y bajo las escaleras para atender mis actividades agrícolas. Esto último me entretiene bastante”.
-¿Qué lo llevó a la realización del huerto?
“Está en correspondencia con el llamado que ha hecho la máxima dirección del Partido y el Gobierno de aprovechar cada pedacito de tierra para sembrar. Es una forma de contribuir a la soberanía alimentaria”.
-¿Qué productos cultiva?
“Constantemente los renuevo, ahora mismo tengo dos tipos de espinaca (cultivo presente durante todo el año), habichuelas, tomates, quimbombó, ñame, cebollín, frijol guandul y caballero, culantro. Todo el tiempo podemos recoger algo, doy fe de ello.
“Lo más preciado que tengo son mis plantas medicinales, hay sábila, verbena, orégano, romerillo, la maravilla, de ella su semilla muy buena para la próstata, y la caña mexicana muy aconsejable para el tratamiento de enfermedades relacionadas con los riñones.
“La menta; el amor seco, especial para el tratamiento de la gripe. La semilla escondida, utilizada para elaborar medicamentos como el chanca piedra, evitar la formación de piedras en los riñones y es magnífica para combatir la diabetes”.
-¿Qué resultados ha obtenido?
“De las espinacas, he recogido en un día 40 hojas, tengo cinco plantas de tomates cherry (variedad de tomate pequeños), de estas he obtenido 500, con el frijol guandul, hemos comido mi esposa y yo más de 50 veces, además obtuve un ñame de cuatro libras y media.
“Estoy haciendo un experimento, en el cual sembré en una maceta una planta con estiércol de chivo, y el resultado es muy bueno, esta tierra no es la mejor para cultivar, sin embargo se le saca provecho”.
-¿Cuál es el destino final de los cultivos?
“Los utilizamos para nuestra alimentación, en el caso de que se acumulen, el orégano por ejemplo, mi esposa lo pone a secar y elabora un polvo, y con otras variedades de especies hace una pasta verde muy buena y totalmente medicinal.
“Me complace ayudar a los demás, y es lo que a diario hago con los vecinos, les ofrezco de todo lo que tengo aquí, incluso a personas que pasan por la calle y se acercan a mí”.
-¿Cómo obtiene las semillas y los conocimientos para lograr una buena cosecha?
“Cuando no las compro en la feria, tengo en un rincón varias macetas donde hago mis propios semilleros y almaceno varias posturas. Leo e investigo muchísimo, de ahí voy aprendiendo y poniendo en práctica”.
-¿Qué alternativas utiliza para el riego de las plantas?
“Vivo en el 3er piso y a raíz de esto puse una manguera que llega hasta la planta baja, y como el agua es cada ocho días, tengo aquí más de 30 pomos, que los lleno y luego le echo un poquito en el tronco”.
-¿Utiliza otros espacios para la siembra?
“El balcón de mi casa es un museo de plantas medicinales. Allí tengo anís, menta, hierba de carpintero, mejorana”.
Guevara disfruta su rutina en el huerto: con el mismo empeño que escribe sus artículos periodísticos cuida sus plantas. Iniciativas como las de Orlando Guevara Núñez, de que cada espacio de tierra sea útil, demuestran que desde nuestros hogares contribuimos con potenciar la soberanía alimentaria. Su mayor anhelo es que esta acción se multiplique.