Carlos Segrera Fernández, arquitecto municipal, era conocido también como iniciador del progreso urbanístico y arquitectónico de Santiago de Cuba, ciudad en la que nació el 2 de febrero de 1880 y donde falleció el 12 de agosto de 1922.
El evento lo auspicia la Comisión Patrimonio, Ciudad y Arquitectura, de la Uneac, junto a otras instituciones como la Universidad de Oriente, la filial de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de Cuba, el Centro Provincial de Patrimonio Cultural y la Oficina del Conservador de la Ciudad.
La reunión sesionará un solo día: el 14 de julio, informó la Dr.C. Lourdes Rizo Aguilera, profesora universitaria e integrante de la Comisión Patrimonio, Ciudad y Arquitectura.
“A las 8:00 a.m. depositaremos una ofrenda floral junto a la tarja que perpetua la memoria de Segrera, en un lateral del Museo Emilio Bacardí Moreau, y luego sesionaremos en el cine Rialto, hasta la clausura, en horas de la tarde.”
El evento tiene como objetivos, rememorar los 100 años del deceso de Carlos Segrera y también, hacer una valoración del pasado, presente y futuro, en relación con el desarrollo urbanístico de la ciudad, a partir de los espacios públicos; las intervenciones y conservación de zonas de valor de la urbe; el desarrollo de las nuevas urbanizaciones en la localidad.
Se espera una participación importante de todos los actores del proceso urbanístico de la ciudad tanto del campo arquitectónico como del arte, la sociología, planificación física, Vivienda, transporte y vialidad, comunales, Cultura, Caguayo, el Fondo Cubano de Bienes Culturales…
A un siglo de la muerte de Segrera es un hecho que él “inició una nueva era constructiva” en esta urbe. Se graduó como arquitecto en la Universidad de La Habana en 1900; también era ingeniero civil y agrimensor, y cuando falleció con 42 años, los últimos 20 los había consagrado a Santiago de Cuba y a otras localidades de la antigua provincia de Oriente, aunque lo realizado en la antigua capital oriental no tiene parangón.
Del genio creativo de Segrera surgieron entre otros, los inmuebles siguientes: el Museo Municipal Emilio Bacardí Moreau, el Palacio de Gobierno Provincial (frente a un lateral del “Bacardí”), el Club San Carlos (solo para asociados blancos) frente al Parque Céspedes, hoy ocupado por la Sala de Arte, extensión del “Bacardí”; los hoteles Casa Granda, Imperial y Venus (destruido por un terremoto), donde está el Banco, en la esquina de Santo Tomás y Heredia…
También, el edificio de La California, el majestuoso Teatro Vista Alegre (desaparecido), en el reparto del mismo nombre; el remozamiento de las iglesias de la Catedral y la de San Francisco (como son en la actualidad), el antiguo Palacio de Justicia (después Gran Hotel, en Enramadas), el Hospital Infantil de Oriente (hoy Policlínico López Peña), la clínica-vivienda del Dr. Ortiz (hoy policlínico Camilo Torres, en Heredia), diversas casas en Vista Alegre, entre estas la suya (hoy Museo de la Música Pablo Hernández Balaguer), el actual Palacio de los Pioneros Una Flor para Camilo, la actual Cámara de Comercio; la Glorieta de Manzanillo…
La monumentalidad y la exquisitez en la obra de Segrega, y su legado creativo, seguramente no faltarán en este evento que con tanta visión organiza la Comisión Patrimonio, Ciudad y Arquitectura de la Uneac en Santiago de Cuba.
