Aunque las labores de dignificación de la zona ya se encuentran en su segunda etapa, es menester destacar que fue la primera que contó con un monto de 22 millones de pesos y transformó el histórico lugar devenido en un poblado al norte de la provincia santiaguera. Hasta el mes de marzo están destinados otros 14 millones, aprobados por la Asamblea Municipal del Poder Popular, para, junto al pueblo, continuar incidiendo positivamente en su infraestructura.
La dirigente política significó que “en 145 viviendas, entre las que se incluyen un número significativo de obras nuevas, se ejecutan acciones de rehabilitación donde los propietarios trabajan de conjunto con las brigadas de las entidades constructoras; se asfalta la carretera que conduce al Obelisco, monumento nacional, y brigadas de Aguas Turquino encauzan una nueva conductora desde la cabecera del municipio hasta Baraguá, la antigua escuela primaria Gustavo Moll es hoy un Seminternado y también creamos una Casita Infantil para las madres trabajadoras”.
De alto impacto ha sido el nuevo policlínico, en el que fuera la sede la UBPC #3, con mayor amplitud y confort para la asistencia médica y el resto de los servicios del área de salud. Se embellece el entorno, de manera particular los parques, y se trabaja intensamente en 50 hectáreas destinadas a cultivos varios de la UBPC y en 3 huertos pertenecientes al programa de la Agricultura urbana, Suburbana y Familiar, todo ello encaminado a garantizar la soberanía y seguridad alimentaria de todo el consejo popular.
Destacable es el hecho de la entrega a las personas más vulnerables de recursos, en dinero y especies, así como un intenso accionar en la prevención y atención social a partir de las políticas aprobadas por la máxima dirección del país.
El venidero 19 de febrero, todo el pueblo conmemorará el 23 aniversario del Juramento de Baraguá, que constituyó un acontecimiento inédito en la historia ya que, tras las palabras de Fidel ese día del año 2000 con su exhortación a “resistir y vencer” no ya en la batalla armada sino en la de las ideas, millones de cubanos lo firmaron y ratifican hasta hoy.
De lo hecho por el General Antonio Maceo y los mambises que le acompañaban ante un disminuido Martínez Campos, el Comandante en Jefe dijo, el 15 de marzo de 1978: “Con la protesta de Baraguá llegó a su punto más alto, llegó a su clímax, llegó a su cumbre el espíritu patriótico de nuestro pueblo; y que las banderas de la Patria y de la Revolución, de la verdadera Revolución, con independencia y con justicia social, fueron colocadas en su sitial más alto”.