Fernández Cherco, explicó a Sierra Maestra las interioridades del proceso:

¿Cómo fue la cirugía y que padecimiento tenía la paciente?                     

“La paciente que operamos, tenía una de la sindesmosis, también conocida como apertura de la mortaja tibio peronel, que es cuando el tobillo tiene una inversión forzada o torsión forzada.

“El astrágalo, hueso que se encuentra debajo de la tibia y el peroné, rota sobre su eje y empuja, el peroné y la tibia y se abren, cuando la sindesmosis se rompe, el peroné se separa de la tibia y el pie queda bamboleante, el paciente no puede apoyarse porque el pie se le saldría de su lugar, entonces eso hay que volver a restituirlo y cerrar esa lesión para que este no quede inestable.

“Hace poco hicimos la primera Artroscopía para tratar la fractura, en la que obtuvimos buenos resultados, a través de tres portales logramos reparar este tipo de lesión sin hacer grandes incisiones al paciente. Por primera vez en Cuba se realizó este proceder con anestesia regional y no con general, la anestesia regional permite que el paciente no necesite ingresarse”.

¿Qué es la Artroscopía como proceder?

“Esta técnica quirúrgica permite observar directamente el interior de las articulaciones y tratar las diversas lesiones sin necesidad de abrir la articulación que se está evaluando. Con el desarrollo de la ciencia y los instrumentales de cirugía, hoy es posible disminuir los riesgos de pérdida sanguínea y complicaciones al paciente, además de ayudar en una rápida recuperación.

“Muchas lesiones del tobillo, sobre todo después de los esguinces, el paciente se queda con dolores, a pesar de haber recibido un buen tratamiento, quedan secuelas, con la Artroscopía, ya no se tratan como sintomáticos, ahora son identificables a través de este tipo de cirugía y  puede tratarse y aliviar al paciente”.

¿Desde cuándo se realiza este tipo de operación en el hospital provincial?

“Hace años se trabaja a nivel de país para incrementar las cirugías por mínimo acceso, estas consisten en operar al paciente a través de pequeños orificios, de más o menos cuatro milímetros, en vez de hacer la operación de forma tradicional, la herida de esta última es de más o menos 10 centímetros.

“Los ortopédicos de Santiago de Cuba, que se prepararon en los entrenamientos, solo en el hombro y en la rodilla, fueron ampliando su conocimiento, a partir de un grupo cubano de intercambio que surge en 2015. El entrenamiento para su realización comenzó por los años 80 y ya desde los años 90, se practicaba en la capital y en algunos hospitales del centro del país.

Hace cuatro años se detuvo su realización, pero hace un tiempo se retomó solamente la Artroscopía en la rodilla, poco a poco se ha rescatado el proceder en el hombro e introducido para tobillo, nunca antes practicada en la provincia, en la que ya se han beneficiado 30 pacientes”.

¿Qué beneficios tiene este tipo de cirugía?

“Es muy ventajoso, ya que al otro día podemos orientarle al paciente ejercicios en casa, porque el dolor es mínimo y las molestias son pocas. A los siete días se le retira los puntos y como la herida es tan pequeña cicatriza bastante rápido y puede incorporarse inmediatamente a la fisioterapia, más rápido a la vida social y al mes ya puede hacer su vida activa sin ningún tipo de dificultad, sin embargo, con la cirugía convencional demora hasta tres meses para iniciar el proceso de recuperación”.

La paciente responde a la llamada del doctor Dariel, dice que se encuentra muy bien. Hace una semana asistió a su consulta y desde el diagnóstico se mantenía sin ningún grado de inflamación. Esta es sin duda, muestra del avance y la preparación de la medicina en Santiago de Cuba, que responde a la actualización de procederes menos incisivos para el cuerpo y en tiempos difíciles, en lo que es necesario evitar complicaciones en los pacientes y la disminución de su estancia en los centros médicos.