Cuando les pregunto si están contentos por el regreso a clases, los tres se muestran alegres, uno expresa el deseo de ver a sus amigos del aula, otro quiere seguir aprendiendo con la maestra y el tercero porque le llevará flores al busto de José Martí.
Cada curso es algo esperado por muchos niños cubanos, mientras otros prefieren seguir divirtiéndose pues el juego es fundamental en esta etapa de la vida.
Padres y maestros deben formarles correctos hábitos de estudio según la edad para evitar se convierta en monótono y motivarlos a regresar al aula felices como Gian Carlos, Darío y Marcelo.