Limitaciones con los lubricantes han incidido de manera negativa en la operatividad de la maquinaria agrícola y del transporte automotor, “lo que presupone menos caña en la industria, aunque el ferrocarril cumple con lo planificado para esta etapa”, precisó Domínguez Busto.
La materia prima para el proceso fabril será tanto de sus estructuras como de las pertenecientes a las EAA Julio Antonio Mella (Mella), América Libre (Contramaestre) y Paquito Rosales (San Luis), que elaborará meladura y, si las condiciones lo permiten, se incorporará en el mes de febrero a la producción de azúcar.
La industria palmera, que no pudo cumplir lo pactado para la zafra precedente -aunque fue ligeramente superior a lo producido en la 2021-2022, también ha de garantizar la autosuficiencia energética y el necesario aporte, con sus respectivos turbogeneradores, al Sistema Eléctrico Nacional.
Las mieles, aguardientes y otros derivados de la caña de azúcar se encuentran, además, entre lo que esta empresa agroindustrial debe elaborar, haciendo un uso eficiente de sus recursos humanos, materiales y financieros; de manera especial del combustible que el país destina al efecto.