De los nueve municipios, solamente en los montañosos parajes de Guamá, Segundo y Tercer Frente no hay vías férreas, aunque es muy probable que en todos haya personas vinculadas al sector o que utilicen el medio de transporte.
En los años 40 del siglo XIX se construyó el primer ferrocarril de Santiago de Cuba entre Punta de Sal y las minas del Cobre. Pero con el auge de la agroindustria azucarera las vías se diseminaron entre los ingenios y dieron lugar a pueblos como El Cristo, Dos Caminos, San Luis y otros que se desarrollaron alrededor del trazado de las líneas.
El cadáver de José Martí fue trasladado hasta la Ciudad Héroe desde San Luis en un tren a través del ferrocarril Sabanilla-Maroto y, desde principios del siglo pasado se conectó con La Habana a través de la vía central y, en San Luis, se entroncó con las líneas hacia Bayamo y Guantánamo, respectivamente.
Con el triunfo de la Revolución se modernizó la infraestructura y, a pesar del impacto del bloqueo, este medio es vital en las operaciones puerto-transporte-economía interna, el traslado de pasajeros y el trasiego de mercancías.
Felicidades a los colectivos laborales que tanto empeño le ponen al trabajo en estaciones,
talleres, en las vías y formaciones.