¿Qué de este mundo sin su aroma en la mañana?
Y no, no estoy hablando del café. Sino del suave y fresco perfume del rocío
que lleva por nombre Mujer
¡Qué vida más hostil sin el dulzor de sus mieles!
Sin su seno de amores y luz
Sin el consejo que nos sale del alma
Sin el sentido de protección maternal que tanto nos convida la existencia
Mujer, universo de poesías y cantos, de plegarias y suspiros
Sendero de paz y torbellinos
De pasiones, fortunas y esperanzas
De futuro, arte y creación. ¿Quién como tú para educar y corregir?
Lienzo de dolores y llantos, alumbramiento de la vida
De la alegría y dicha de tenerte
¡Qué decir de la Mujer Cubana! ¡De las Santiagueras!
De la tierra de Marianas y Titanes
De la Patria que también libertó junto a hombres
De lo que hoy construye y erige en igualdad de derechos
Mujer Cubana que representa el ímpetu de nuestro mar caribeño
La majestuosidad y voluptuosidad de las montañas de la Sierra Maestra
La calidez de nuestro sol eterno
A ti en este y todos los días, la celebración y el jolgorio
La rogativa por tu sonrisa y bienestar infinitos
Porque nunca nos sueltes de la mano ni con el pensamiento
Y sigas iluminando a esta, tu Cuba, tu Santiago
A tus hijos que hoy estudian y trabajan
A tus padres y abuelos que te cuidan con orgullo y celo
Mujer, y Cubana, sigue contorneando mundos en tus labios
Coloreando éxtasis con la sensualidad de tu idiosincrasia
Con tu verbo imparable y auténtico
Con tu figura de guitarra
Premiando a nuestros hogares y calles, campos y ciudades
Flor Mariposa, rosa de la Gran Piedra, jardín del Edén
Aguardiente que refresca el paladar exigente de los más sedientos
A ti Mujer Cubana: con respeto, veneración, protección y distinción:
¡Muchas Felicidades!