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La nueva ridiculez yanqui contra Cuba

11 June 2025 Escrito por 

El odio demencial del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba, lo lleva a posiciones ridículas no creíbles ni por los creadores del disparate. Podría decirse mejor: posiciones desesperadas, impotentes, nacidas de la frustración y la derrota.

No han podido derrumbar a la Revolución con su guerra económica, ni con los más de 5 000 sabotajes, ni con la formación de 299 bandas mercenarias, ni con el ametrallamiento a objetivos económicos, ni con una invasión organizada, dirigida y financiada directamente por el gobierno imperial por Playa Girón.

No han podido lograr sus sucios objetivos ni con las leyes Torricelli, Helm-Borton, ni con otras aberraciones judiciales; ni doblegó a la Revolución el peligro de exterminio nuclear en 1962, cuando preservamos la vida porque fuimos capaces de arriesgarla en aras de nuestros principios.

Han fracasado con incluir a Cuba en una lista de países promotores del terrorismo, lista que ellos encabezan en el mundo. Ha sido un fracaso el intento de aislar a Cuba del resto del Universo. Han fracasado sus mentiras, sus inversiones multimillonarias para tratar de mellar el prestigio de la Revolución.

Y ahora, ante tantas derrotas, la impotencia lo lleva a una ridiculez de no menor tamaño, la de designar a un representante diplomático en Cuba –copia de los criminales y déspotas gobernantes yanquis que lo dirigen- para tratar de fomentar la contrarrevolución interna. Y su estupidez lo ha llevado a realizar provocaciones violatorias de las normas internacionales que regulan las relaciones entre los países, recogidas en la Convención de Viena.

Nuestro canciller, Bruno Rodríguez, ha desenmascarado a este desprestigiado personaje, mandado a Cuba a cumplir una misión que le queda bastante grande. Si un diplomático cubano- o de cualquier otro país- hiciera en Estados Unidos lo mismo que él está haciendo aquí, sería inmediatamente declarado persona no grata y expulsado. Cuba está esperando todavía la respuesta del gobierno yanqui sobre la agresión terrorista sufrida por su sede diplomática en ese vandálico territorio.

La ofensa norteamericana a nuestro pueblo, merece una respuesta a la altura de nuestra dignidad. Es la que merece este tipejo, la que deseamos y esperamos los verdaderos revolucionarios cubanos. Y es el único lenguaje que entienden los enemigos de la Revolución.

Como siempre, esta marioneta se ha encargado de tratar de buscar “héroes” que encabecen los intereses imperiales en Cuba. Su recorrido por todo el país ha dejado clara esa nueva estupidez yanqui. Tuvo el descaro de “rendir homenaje” a nuestro Héroe Nacional.

Si este repulsivo e hipócrita representante norteamericano tuviera una pizca de vergüenza, tendría que haber recordado, con la cara enrojecida, algunos pensamientos martianos, con plena vigencia para hoy y todos los tiempos:

“Sobre nuestra tierra, hay otro plan más tenebroso que los que hasta ahora conocemos y es el inicuo de forzar a la Isla, de precipitarla, a la guerra, para tener pretexto de intervenir en ella, y con el crédito de mediador y de garantizador, quedarse con ella. Cosa más cobarde no hay en los anales de los pueblos libres. Ni maldad más fría”.

Y ante esa sucia maniobra, la estrategia cubana también vigente:

(…) Todos, los de aquí y los de allá, sin capas españolas ni botas yanquis, trabajando a una, a compás y a golpe, por sobre la tierra y por debajo de la tierra, para lograr, con el respeto duradero de los hombres libres, la independencia absoluta y democrática de la patria (…).

Y otro pensamiento que lo resume todo: “Viví en el monstruo, y le conozco las entrañas y mi honda es la de David”.

Pero si con todo esto el payaso del circo yanqui persistiera, debía anotar bien clara en su agenda, otra definitoria advertencia martiana: ¡¡No es lomo tranquilo el pueblo cubano. Quien se le siente encima, aunque sea con albarda adobada y sedosa, no tendrá tiempo de entrar el pie al estribo! .

 

 

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Orlando Guevara Núñez

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