Este es un ejemplo de la manipulación y la desinformación de esta prensa “libre”, que denota las intenciones malsanas que entran en contradicción con las propias líneas del tradicional “corta y pega” y cuasi reproducción del sondeo que esta realiza por los medios de la prensa cubana.
Cubanoticias 360 no omitió que Monteagudo Ruiz “se reintegrará al Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, uno de los máximos órganos de dirección del país”, sin advertir que esa aseveración desarticula lo afirmado en el titular.
La intención de siempre desacreditar al socialismo que construimos y de dar el “palo periodístico” les lleva por el fácil camino de la perdición y la desinformación, que por desgracia, muchos lectores no reconocen porque solo leen el título y, en ocasiones, el lead (primer párrafo).
Cuando el boom del Patria y Vida en las redes, escribí un artículo titulado Morir por la Patria es Vivir, enseguida el sitio Somoscubanos dijo: (Respetamos el texto original) “En el diario de Santiago, Sierra Maestra, no rehuyó gastar un idioma militarista perturbador en toda la columna: Morir por la Patria es Vivir [To die for the homeland is to live]. En esa estancia se acusa a la concurso de apropiarse del «Patria y Vida» [homeland and life] consignas, que atribuyen a Fidel Castro, y elogian lo que consideran el cierto sentido de las palabras más reconocidas del ex soberano: “Patria o Muerte” [homeland or death].
“Luis Alberto Portuondo Ortega, autor del texto, señaló la importancia en la historia de dar vida y pelear contra el imperialismo y el colonialismo y ofreció como ejemplo la querella de independencia de Estados Unidos con el Reino Unido o Cuba contra España. «La historia de la humanidad muestra cómo pueblos enteros han preferido sacrificarse antes que ser esclavizados». Finaliza el texto.
Para los odiadores blasfemé porque asumí de La Bayamesa el “no temáis una muerte gloriosa, que morir por la Patria es vivir”, escrito por Perucho Figueredo en 1868 y que es nuestro glorioso Himno Nacional. Ellos interpretan muy bien, como advirtió José Martí en Nuestra América al aldeano vanidoso que cree “que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima”.
Lo cierto es que José Ramón Monteagudo Ruiz cumplió la honrosa misión que el Partido le asignó en la Heroica Santiago y retorna al Secretariado del Comité Central; Beatriz Johnson se convierte en la primera mujer en asumir la máxima instancia política en el territorio; la Patria contempla orgullosa a sus hijos, a los verdaderos, que luchan a la orden de “¡A las armas, valientes, corred!”.
