Santiago de Cuba,

¿Por qué faltan productos en el plato de la mesa del cubano?

21 December 2022 Escrito por  Rafael Carela Ramos

No pretendo erigirme en descubridor de las causas que dan lugar a que falten productos en el plato de la mesa del cubano, pero sí poner la certeza de que a pesar de la carencia de recursos por el bloqueo de Estados Unidos contra el país, la pandemia de la Covid-19 y la actual crisis económica internacional, con voluntad, trabajo y consagración, se puede mejorar esta situación.

En su rendición de cuentas ante el parlamento cubano, el presidente Díaz-Canel señaló que en los últimos años se han producido importantes desequilibrios macroeconómicos, como resultado de la pérdida de ingresos en divisas, los elevados déficits fiscales, el incremento de los ingresos de personas naturales sin respaldo productivo, la parcial dolarización de la economía y la poca respuesta productiva para generar la oferta de bienes y servicios, entre otras causas.

Esos desequilibrio se expresan principalmente "en los niveles de inflación, escasez de oferta, depreciación e inconvertibilidad de la moneda nacional", "fenómenos que han producido un deterioro sustancial del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores y pensionados y de las condiciones de vida de la población".

El mandatario cubano expresó su insatisfacción por no haberse logrado todo a lo que aspiramos, mas, en esta lucha por mejorar las condiciones de vida de nuestra sociedad, no sólo ha de participar la dirección del Gobierno encabezada por su Presidente, sino todos los demás dirigentes, cuadros, directivos, jefes, administraciones y trabajadores de lo territorios del país, sobre la base de la dirección colectiva, a partir de escuchar al pueblo, donde encontramos todas las actitudes, buenas y malas.

Al intervenir en el propio cónclave, el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, hizo énfasis en la necesidad de combatir ante las posibilidades que se presentan y la codicia, madre del delito y la corrupción. Al hacer una caracterización del problema, el dirigente apuntó que en el mercado informal de productos y mercancías de alta demanda, predominan los delitos de especulación, acaparamiento, receptación y la actividad económica ilícita, y las redes sociales constituyen una de las principales vías para su materialización.

Asimismo, dijo que un peso importante en esto “han tenido los delitos contra el patrimonio, que incluyen el hurto, el robo con fuerza, con violencia y los que se cometen contra el ganado”, según reportan medios nacionales presentes en el pleno.

A todo esto se une, como la lapa a la roca marítima, la actividad de los revendedores, que aumentan el malestar de la población, entre los que se encuentran empresas estatales y particulares, mercados agropecuarios, arrendatarios, concurrentes, puntos de ventas y carretilleros, que sin consideración alguna y, como me enseñó la Revolución, no me cansaré de decirlo, ofertan precios como la carne de puerco a 350 pesos la libra; carne de cerdo humada, 450 pesos; la libra de tómate, 120 pesos; la libra de cebollín 100 presos; aguacate mediano, 80 pesos; frijol carita, 120 pesos; y pizza de queso, 270 pesos, sin dudas precios absolutamente abusivos.

Los desafíos y dificultades son realidades; pero, también, la desidia, la falta de protección a los bienes que el Estado ha puesto en manos de directivos, el robo, la corrupción, y el ganar a toda costa y costo. Sólo producir más y con mayor eficiencia, y a combatir lo mal hecho, nos permitirá salir adelante en el menor tiempo posible.

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