Santiago de Cuba,

Fake news: arsenal de la política agresiva de EE.UU

28 September 2023 Escrito por  Rafael Carela Ramos
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No es una novedad de Estados Unidos utilizar las fake news o noticias falsas para crear matrices de opinión con el propósito de iniciar acciones contra gobiernos y países que han emprendido su propio sistema de desarrollo y que no son del agrado de USA.

Es habitual que a las noticias falsas se les menciona como fake news, una expresión de la lengua inglesa. Se trata de textos, audios, fotografías o videos que circulan por los medios de comunicación y las redes sociales con el objetivo de desinformar.

Un artículo de Granma, a principios del presente año, se refiere a la avalancha de las fake news en Internet, en los años 2017 y 2018, ya que las redes sociales, sobre todo Facebook, se rigen por intereses grupales, que tienden al beneficio de ideologías como hechos noticiosos, en un mundo donde el lector contrasta menos la información y cree mucho más en el titular inmediato y sensacional.

Por lo general una noticia falsa apunta a manipular al receptor. La idea, al acceder al contenido, modifique su percepción sobre una personalidad o una institución. Lo más usual es que las fake news tengan una *intencionalidad política.
No voy a profundizar en las grandísimas mentiras, ya conocidas, que sirvieron de pretexto a Estados Unidos para atacar o invadir a Libia, Afganistán, Irak o Siria, entre otros, sin el más mínimo sonrojo.

Voy a referirme a algunos hechos lejanos en el tiempo y muy cercanos otros, donde se puso en práctica la fake news, pese a no tener prueba alguna para justificar el posterior accionar.

Meditando en el pasado, lo primero que me viene a la mente es la explosión del Acorazado Maine, ocurrida en área de la bahía de La Habana, el 15 de febrero de 1898. Son innumerables las comisiones investigadoras del caso, las cuales se debatieron entonces en que la explosión tuvo su origen en el interior del buque y en el exterior, con lo cual se responsabilizaba al mando de la nave o al gobierno español.

Nos quedamos con el criterio del Dr. en Ciencias Históricas, miembro de número de la Academia de Historia de Cuba, Capitán de fragata ® Gustavo Placer Cervera: “…arribamos a la conclusión de que la hipótesis de la explosión externa, aunque posible en teoría, tenía pocas posibilidades de realización práctica. Queda pues, la posibilidad de la explosión interna, la cual pudo ser accidental o provocada. La primera variante fue estudiada exhaustivamente por el almirante Rickover. La segunda no puede descartarse, dado el interés que los círculos imperialistas más agresivos tenían en precipitar el país a la guerra”.

Lo cierto es que, sin una prueba concluyente, el Gobierno de Estados Unidos responsabilizó por ello al gobierno español que ocupaba la isla, y con ese pretexto inició la guerra contra la metrópoli ibérica. Hechos posteriores demuestran métodos similares de las autoridades yanquis para agredir a otros países.

Ya en nuestro tiempo, una de las más colosales y crueles mentiras del gobierno de USA fue la supuesta Ley de Pérdida de la Patria Potestad que la CIA circuló en Cuba como inicio de la Operación Peter Pan, a principios del Triunfo de la Revolución cubana, provocando que padres confundidos o convencidos por las campañas anticomunistas contra este país, enviaran a sus hijos menores sin acompañantes. Las experiencias horribles vividas por esos menores en orfanatos y familias adoptivas, se conocen narradas por los propios protagonistas en visita a Cuba.

No menos sorprendente fue que el Departamento de Estado de USA acusara a Cuba de supuestos ataques sónicos contra diplomáticos estadounidenses aquí, en el 2017, sin prueba científica.

Durante el período de investigación se hizo evidente la falta de voluntad de las autoridades norteamericanas de colaborar en el esclarecimiento de los hechos, pues no facilitaron la entrega de la información científica ni colaboraron con ninguna otra diligencia necesaria.

Cuba ha rechazado de plano tal infundio, ya que ni existe en el país una tecnología capaz de provocar los efectos de que se quejan diplomáticos estadounidenses ni en esta nación se permite que terceros lleven a cabo ningún tipo de acción contra representantes diplomáticos asentados aquí.

A lo anterior debemos añadir que expertos cubanos e internacionales de ramas vinculantes, incluidos de los propios EE.UU., afirman la imposibilidad de que haya equipos sónicos que causen los efectos declarados por los pacientes.

Como se sabe, el asunto no queda ahí, porque la acusación de EE.UU. responsabilizando a Cuba con los hechos, sirvió de pretexto para la reducción del personal diplomático en la embajada diplomática estadounidense en Cuba y la embajada de Cuba en Washington, y por lo demás, la actividad consular yanqui en La Habana, perjudicando con ello la reunificación familiar de los cubanos de aquí y de los cubano-americanos de allá.

Y, para no extendernos más, tenemos por último la absurda fake news o mentira, inventada por los asesores del presidente Trump, y asumida por él, de que los más de 20 mil personas de la salud que prestan sus servicios solidarios en Venezuela, son nada más y nada menos que “soldados”, y exigen su salida de allí.

Aunque yo pienso que en el fondo ni ellos mismos se lo creen, les ha servido para justificar la activación del Título III de la Ley Helms-Burton, con el fin de reforzar el bloqueo y con ello tratar de asfixiar la economía de este país, sin importarles los daños que puedan provocar en pueblo cubano.

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