En esto hay que ser cuidadosos y responsables, para no hacerles el juego a los enemigos de nuestra sociedad, que es objeto de mentiras de todo tipo, como parte de la guerra ideológica que se nos hace, con el propósito de derrocar una Revolución que ha cometido el pecado capital de escoger su propio destino, que es el de lograr la justicia y la equidad, con todos y para todos.

No es inteligente subestimar la influencia de los rumores, sobre todo en tiempos como este, de muchas carencias acentuadas por el cruel bloqueo de Estados Unidos, y que hay que apretarse el
cinturón frente a la presión de las innegables necesidades.

Por eso, los anticubanos de dentro y de fuera no se cansan de hacer campañas de mentiras y tergiversaciones contra este país, por lo cual reciben dinero como los mercenarios de la pluma y el mal decir que son.

Entre las múltiples formas de llevar a cabo está la innombrable labor de propagar mentiras y exageraciones, a partir de la Teoría del rumor, según la cual, dice Wikipedia en Internet: “son proposiciones diseñadas para ser creíbles, y que se trasmiten de persona a persona, habitualmente de forma oral, sin que existan datos para comprobar su veracidad o infundados, con un mínimo de información manipulada”.

Digo esto porque en estos días, en que ha habido dificultades con alimentos, combustibles, transportes y medidas aplicadas por el Gobierno cubano, han aparecido rumoristas o boleros “con la
última”, que por lo general son tergiversadoras de la verdad y que, de manera oportunista, no persiguen más que provocar un mayor disgusto de la población, achacándole la culpa de cuanto nos pasa al Gobierno y sus dirigentes.

Y tan pronto aducen que el pan de la canasta básica se continuará vendiendo en Mipyme, a un precio altísimo, como que van a rebajar la cuota de azúcar definitivamente, o que habrá apagones por
exagerado, que nada tiene que ver con la realidad.

Según la revista Materiales sobre propaganda No 11, La Habana 1977, “en sentido estricto, no hay reflejo directo de la realidad…Entre el objeto y el sujeto median factores de índole social muy diversos que actúan unos y otros. Actúan sobre el objeto netamorfoseándolo, velando su esencia, y sobre el sujeto, predisponiéndolo a una determinada interpretación”.

Para no caer en esa trampa, hay que actualizarse con la información oficial de personas, instituciones, organismos y organizaciones políticas y de masas, organismos autorizados, así
como administrativos y trabajadores de centros comerciales, bodegas, carnicerías y panaderías, que tienen el deber de orientar a la población, y que no siempre se hace. No esperar a que los medios de difusión lo publiquen o den a conocer.

Un ejemplo oportuno y positivo fue la información que diera sobre la canasta básica o familiar, para lo que resta del año, el Viceministro primero de Comercio Interior, en una reciente Mesa Redonda.

No dio tiempo a desarrollar rumores, por parte de los odiadores, contra Cuba. El remedio es estar informados. No hay otra.