"De pequeña pensaba en tres opciones: Derecho, Danza y Estomatología. Pero pasó el tiempo y descubrí a través de los círculos de interés, que estudiar y formarme como dentista profesional sería mi pasión.
"Me encontraba culminando el bachillerato, y mi único deseo era obtener el máximo de puntos en las pruebas de ingreso; y por supuesto, mantener mi trayectoria estudiantil, con el fin de obtener la carrera por la que tanto me había esforzado.
"Hacerme especialista en diagnóstico, tratamiento y prevención de las patologías dentales, además de trastornos producidos en toda la boca, las encías, el paladar, las glándulas salivales, el maxilar, la mandíbula y los tejidos anejos, era una elección difícil. Qué nadie crea que es una carrera fácil. Estomatología dura cinco años y está integrada en tres ciclos y actividades curriculares optativas".
Para Yane, como le llaman sus amigos, la premisa fundamental de un dentista es salvar el diente por todos los medios posibles. Afirma que ya se siente feliz y complacida con los resultados que ha logrado en su trabajo.
Le propuse a la entrevistada regresar cinco años atrás y escoger otra profesión y me responde:
“Hoy tengo la experiencia y sé bien del esfuerzo y dedicación que hay que ponerle a esta carrera, pero si pudiera escoger otra no lo haría. La Estomatología es un trabajo digno y a la vez exigente. Me agrada cuando logro que mis pacientes gocen de una buena salud bucodental, que es también mantener su calidad de vida.
"Evitar que proliferen enfermedades infecciosas, las aftas bucales y el cáncer oral es otra de nuestras misiones”.
Sus sueños...
"Quisiera al graduarme trabajar en la clínica estomatológica laborando en la especialidad de Prótesis que es la que más me motiva, aunque estoy dispuesta a cumplir cualquier tarea dentro y fuera de mi país.
Entre risas, fotos y videos; surge una anécdota:
“En segundo año el profesor de Prevención nos dio un recorrido por la Clínica y tenía un paciente citado para realizarle una extracción. Verdaderamente, no resultó como esperaba, pues presentó complicaciones y sufrió una fractura de la corona, al quedar la raíz dentro del alveolo, hubo que hacer una extracción forzosa con mucho trabajo, en la que se involucraron muchas técnicas y maniobras. Por tanto había mucha sangre y al observar todo aquello, me desmayé.
"A partir de ese momento me sobrepuse al miedo y supe que tenía que esforzarme mucho para no fracasar en las extracciones que más adelante tendría que realizar”.
La joven Yaneysis tiene un camino por delante, sus palabras transmiten fortaleza, deseos de hacer, y sentido de pertenencia; dice que "ha encontrado la magia de esa profesión".