No es la primera vez, ni será la última, que terroristas, disfrazados de “demócratas y luchadores por la libertad” declaran y ejecutan acciones violentas contra la isla, pero no será la primera vez ni la última que saldrán derrotados.
Así, en los primeros años del triunfo de la Revolución, realizaron sabotajes contra cañaverales, centros fabriles e instalaciones estatales, como el incendio de la tienda El Encanto, el 13 de abril de 1961, una acción terrorista organizada por la CIA, donde perdió la vida la valerosa trabajadora Fe del Valle, o el ataque a la refinería de Santiago de Cuba, el 12 de marzo de 1961, con el fin de crear dificultades con el abastecimiento de combustible en el territorio oriental.
Otras de las acciones terroristas contra la isla fueron el ataque a embarcaciones pesqueras, como las Cayo Largo 17 y Cayo Largo 34, el 4 de octubre de 1973, por dos cañoneras tripuladas por terroristas contrarrevolucionarios, asesinando al pescador Roberto Torno Mirabal.
De la misma forma fue la modalidad de atentados con bombas en hoteles de La Habana, causando cuantiosas pérdidas materiales en esas instalaciones. Entre las víctimas de esos hechos estuvo el turista italiano Fabio di Celmo.
Y, no es posible olvidar, el atentado contra el vapor francés La Coubre, que transportaba armas y municiones, el 4 de marzo de 1960, en un muelle de La Habana; ni la voladura del avión de Cubana, en pleno vuelo, el 6 de octubre de 1976, con el saldo de 73 personas fallecidas, el más bárbaro y criminal acto terrorista realizado contra este país, y que cuyos autores intelectuales y materiales se pasearon libremente por las calles de Miami, hasta los últimos días de su vida.
Estas acciones han sido organizadas y financiadas por la CIA y otros organismos del gobierno de USA, con el consenso y presupuesto del mismísimo Congreso de esa nación para la subversión en Cuba, cuyo monto total es de 35 390 635 USD, y su implementación es a través de supuestas
organizaciones no gubernamentales, como las bien conocidas anticubanas USAID y NEC, según el programa televisivo Razones de Cuba.
Todas estas actividades han tenido y tienen como denominador común el intento de crear las condiciones para el derrocamiento de la Revolución cubana, pero ninguno ha podido ni podrá contra la unidad, la firmeza, el patriotismo y la decisión de nuestro pueblo de seguir adelante en la ardua pero hermosa tarea de la construcción el socialismo