Una ofrenda floral fue depositada a la madre de los Maceo, donde acudieron para mostrar sus respetos José Ramón Monteagudo Ruiz, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido (PCC), autoridades políticas y representantes de las organizaciones de masas.
Durante la ceremonia le fue concedido el carné que los acredita como militantes del PCC a oficiales del Ministerio del Interior.
Mariana Grajales Cuello es considerada un símbolo de rebeldía y consagración femenina por la causa revolucionaria. Desde la manigua redentora participó activamente en las tareas asignadas; sus hijos no dudaron en unirse a la lucha contra el colonialismo español.
En la Guerra Grande recorrió el territorio oriental y parte de Camagüey, viviendo en cuevas, ranchos rústicos o a la intemperie, valiéndose de los recursos naturales para alimentarse y sanar heridos.
En Kingston, Jamaica, conoció de la muerte de sus hijos, un sentimiento que la embargó en medio del exilio. Hoy su legado se refleja en cada una de las mujeres de nuestra sociedad, con su huella de sacrificio e incondicionalidad.
De ella José Martí expresó en el periódico Patria el 6 de enero de 1894:
“Qué había en esa mujer, qué epopeya y misterio había en esa humilde mujer, qué santidad y unción hubo en su seno de madre, qué decoro y grandeza hubo en su sencilla vida, que cuando se escribe de ella es como de la raíz del alma, con suavidad de hijo, y como de entrañable afecto”.