Geovanny Zaldívar Martínez, subdelegado del Citma, precisó a la ACN que en estos espacios se toman en cuenta la diversidad biológica, las comunidades circundantes y los riesgos de los incendios forestales en el diseño de las estrategias de conservación.
Señaló que destacan indicadores como la validación económica de los ecosistemas, guía destinada a la explotación sostenible con el propósito de obtener ingresos y preservar las riquezas naturales.
El directivo subrayó que en los Parques Nacionales Alejandro de Humboldt, Pico Cristal y Mensura Piloto se realizan acciones como el control de especies exóticas invasoras, la protección de zonas vulnerables ante incendios forestales y la vigilancia contra la caza furtiva y el tráfico ilegal de especies.
Puntualizó que entre los resultados figura también la recuperación de suelos erosionados y la mejoría de 28 hectáreas de bosque en cuanto a sus poblaciones.
Un área protegida es un espacio geográfico claramente definido y gestionado mediante medios legales con el objetivo de garantizar la conservación a largo plazo de la naturaleza, sus servicios ecosistémicos y sus valores culturales asociados.
En Cuba existen más de 200 de estos espacios, tanto de significación local como de país, y el primero legalmente establecido fue el Parque Nacional Pico Cristal, ubicado en los municipios holguineros de Mayarí y Sagua de Tánamo, el 12 de abril de 1930.