Benítez Verson afirmó que Cuba rechaza la imposición de mecanismos punitivos, selectivos y parcializados en materia de derechos humanos, que desconocen las instituciones nacionales y se convierten en instrumentos de injerencia contra los países del Sur.
El diplomático señaló que la causa de los derechos humanos no puede ser utilizada como pretexto para intervenir en asuntos internos de los Estados y advirtió que avalar estas prácticas dañaría irreparablemente la defensa de esos derechos.
Reclamó el cese inmediato de las medidas coercitivas unilaterales impuestas al pueblo venezolano, calificadas de ilegales e inhumanas, que buscan doblegarlo por vías crueles y afectan gravemente su desarrollo.
Denunció en su intervención las acciones hostiles y la amenaza del uso de la fuerza contra Venezuela por parte del gobierno de los Estados Unidos, al tiempo que subrayó que la defensa del derecho del pueblo venezolano a vivir en paz convoca a todos los que defienden la Carta de la ONU y el Derecho Internacional.
Benítez Verson insistió en que la obligación de este órgano es promover el diálogo respetuoso y la cooperación genuina con Venezuela, sobre la base de los principios de imparcialidad, no politización y no injerencia.