La más concurrida ocurrió frente a la sede del parlamento en esta capital, donde los protestantes criticaron al gobierno por su incapacidad para controlar el alza desmedida de los precios, en particular de los carburantes.

A pesar de lo masivo de la concentración aquí, la Policía permaneció a distancia y no se registraron choques; en otras localidades las protestas fueron menos concurridas, aunque las consignas, en demanda de la renuncia del gobierno, fueron más audaces.

En un comunicado días atrás, el ministro del Presupuesto marroquí, Fouzi Lekjaa, afirmó que el gobierno adoptó medidas paliativas, pero reconoció que aún resultan insuficientes para contener el alza de los precios que ha provocado el descenso a la pobreza de vastos sectores de la sociedad.

La situación se complica por la persistencia de la sequía de varios años que azota a este y otros estados de norte de África.