No sé si es la vida, la casualidad o la profesión que me ha dado la posibilidad de que curiosamente pueda  conversar con personas que aunque ya carguen sobre sus hombros el peso de los años, sienten la responsabilidad de cumplir con sus ideales heredados de generación en generación de la que fueron parte sus ancestros.

Santiago de Cuba se vistió de largo en este fin y comienzo de año con las disímiles actividades gastronómicas, comerciales, culturales y bailables que organizaron el Partido y el Gobierno para el disfrute del pueblo.

En las primeras horas de este 2 de enero y a pocas horas de haber llegado a los 64 años de la Revolución, con un acto político cultural en las inmediaciones de la Avenida de los Libertadores salió la Caravana de la Libertad.

Con la llegada de los últimos días de diciembre acontecen las Ferias gigantes con una variada gama de productos para que la familia santiaguera despida el año como lo merece, tras 365 días de duro bregar.

Diciembre es especial para los cubanos y en particular para los santiagueros, siempre llega con características y motivaciones renovadas; se vive una alegría contagiosa  en las calles, en las casas, y se disfruta a plenitud los abrazos, las felicitaciones, el brindis por salud, prosperidad y paz.

El restaurante Don Antonio, enclavado en la plaza Dolores, con sus diferentes propuestas es uno de esos centros ideales para disfrutar en familia de un variado menú; además, ofrece coctelería nacional e internacional en el bar.