Santiago de Cuba,

Ni una más

01 December 2024 Escrito por  Yamilé Mateo Arañó
*A propósito de la jornada contra la Violencia hacia mujeres y niñas

Esta mujer, de la que solo contaré su historia porque el nombre puede ser el de cualquiera, la conozco hace mucho tiempo y sé de su valentía y de cómo lucha por salir adelante.

Quizás por eso aconseja desde la experiencia y relata cómo conoció de la manera más cruenta la violencia perpetrada por el padre de su segunda hija.

“Me golpeaba hasta desmayarme, me amarraba y me forzaba a tener relaciones sexuales. Peleaba como podía para defenderme pero era más fuerte que yo, muchas veces creí en su arrepentimiento hasta que un día no pude más y lo denuncié. Actualmente no oigo bien de un oído y el dolor en el hombro que no se me quita es el recuerdo de esos días. Por suerte salí viva.
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Él dijo que lo hacía por su familia y en esa cuerda floja de quien vive apegado a las ilegalidades sufrió prisión. Después de un tiempo él salió en libertad condicional pero ella decidió no continuar la relación, quería seguir adelante para sostener a la niña de ambos que tenía cinco años. Él imploró y ante la posición firme de que se había acabado el amor la amenazó varias veces: “O mía o de nadie”. Un día, tocó a la puerta como otras veces en que iba a ver a la pequeña, y con un machete le hizo varias heridas por todo el cuerpo. Su intención era matarla pero no lo consiguió, aun así ella se pregunta si es obligado amar.

Historias tan reales como estas hay muchas caminando junto a nosotros, incluso de quienes hoy siguen sufriendo algún tipo de violencia por su pareja o ex pareja. Lo peor es que las redes sociales asustan, cuando nos muestran muchos de los desenlaces más tristes, que es el asesinato o el intento de este.

Al cierre de octubre del 2023 se reportaron 117 hechos por muerte violenta de mujeres, siendo las provincias de Matanzas, La Habana, Santiago de Cuba, Granma y Guantánamo las de mayor cantidad de casos, así informó la fiscal general de la República, Yamila Peña Ojeda, en el VII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC).

El 84 % de los victimarios de violencia contra las mujeres en 2023 en Cuba fueron sus parejas o ex parejas y el 75 % de los casos ocurrió en las viviendas, por lo cual quedaron huérfanos 70 niños y adolescentes.

De acuerdo con el reporte de prensa, Peña Ojeda detalló, como características indicativas de violencia de género, que los autores de los hechos actuaron en posición de dominio, algunos estaban inconformes con la ruptura de relaciones, se aprovechó la presencia de hijos para infligir más sufrimiento y se hizo empleo de armas blancas o de fuego, o las propias manos de los agresores.

Desde la Academia

La Dra.C. Yamirka Robert Brady profesora titular del Centro de Estudios Sociales Cubanos y Caribeños Dr. José Antonio Portuondo (Cesca) y estudiosa del tema, nos hace entender un poco más sobre la violencia basada en género. “Es todo acto de violencia sexista que tiene como resultado un daño físico, sexual o psicológico incluida las amenazas, la coerción o la privación arbitraria de libertad, puede verse en varios ámbitos y en su unidad más pequeña como las relaciones de pareja, donde se visualizan varios tipos de violencia.

“Es maltrato, un jalón del cabello, un empujón, un golpe, la humillación, el rechazo, la negación de los bienes patrimoniales…y la padecen tanto hombres como mujeres.

“Cuando se controla el uso del móvil, se le niega el sustento económico al otro para sus necesidades primordiales o existe un excesivo control financiero se está violentando, que en su forma más extrema están los femicidios, que no es más que el asesinato de una mujer por serlo. Y a veces pensamos que no existen en Cuba y lo asociamos a crímenes pasionales porque tienen ‘razones’, pero estas NO justifican.

“Las estadísticas en este sentido no son de acceso abierto, pero solo con saber que hay alguna mujer asesinada ya es una preocupación y una alarma. El problema existe en Cuba y en Santiago de Cuba, por lo que debemos erradicarlo. Lo más triste es que se ha naturalizado en lo subjetivo por algunos, porque han adquirido manifestaciones simbólicas. Habrás oído la expresión ‘hay mujeres que merecen palo’, ‘La mató pero se lo merecía’.

“En la pareja, cualquiera de los dos puede cometer errores y nada de esto debe ser la causa de la agresión; sin embargo, como tenemos arraigada una cultura de patriarcado el hombre se siente en la obligación de actuar violentamente.

“¿Y qué sucede en Santiago de Cuba? Están muy marcados los estereotipos de la masculinidad hegemónica, y se le suma que por tradición de los hombres de esta región, donde predomina el mestizaje, se espera de ellos que no se dejen humillar, que sean fuertes y reaccionen como tal si se sienten agredidos; más la presión de la comunidad y del grupo que los obliga desde lo simbólico a reaccionar. Aunque hay que destacar que no todos tienen los mismos patrones al actuar y pueden visualizarse hombres con una forma distinta de pensar también.

“Todo esto tiene que ver con la manera de educar a los varones dentro del marco familiar, con el juego de roles desde que son pequeños que incitan a la violencia y al ser adultos la generan.

Lo que no se cuenta, no Cuenta

“Es imprescindible denunciar cuando somos víctimas de violencia. Existen las instituciones encargadas de proteger, orientar y actuar ante cualquier manifestación, recalca la experta Robert Brady.
La Casa de Orientación a las Mujeres y a las Familias es uno de los primeros lugares a los que se puede acudir en caso de violencia. Allí existe un equipo de psicólogos, sociólogos, trabajadores sociales y otros para ayudar a quienes lo necesiten.

“En un primer momento se les escucha, se les brinda herramientas, se les orienta cómo solucionar su situación y se les da seguimiento. De manera general se van satisfechas y sobre todo se les brinda información de cómo funciona el ciclo de la violencia. Nos refiere la Dra.C. María Julia Jiménez Fiol, especialista de esta institución.

Aunque es importante recalcar que desde la comunidad se puede hacer un mejor uso de estos centros para evitar manifestaciones de violencia en cualquier medida.

Desde el marco legal, la Licenciada Mailen Fontela Estrada, de la Fiscalía Provincial nos comenta que “nuestro Código Penal contiene la descripción de aquellas conductas consideradas lesivas para la sociedad y sus ciudadanos merecedores de una pena, donde además se aportan soluciones en el orden punitivo a los hechos en que se encuentra presente la violencia de género, para la que establece una regla especial de adecuación que se basa en que el tribunal, en los delitos cometidos como resultado de la violencia de género o la violencia familiar, puede incrementar en un tercio el límite máximo del marco legal de la sanción que corresponda.

“De igual manera establece como sanciones accesorias para las personas que incurran en este tipo de conductas las de privación o suspensión de la responsabilidad parental, la remoción de la tutela y la revocación del apoyo para personas en situación de discapacidad, la prohibición de acercamiento a las víctimas, perjudicados u otras personas allegadas afectivamente.

“En igual sentido considera que estas conductas se agravan siempre que en los hechos cometidos se advierta que se suscitó por motivos de violencia de género o familiar y define en su parte especial 15 figuras delictivas que poseen marcos sancionadores agravados cuando el delito se comete a consecuencia de la violencia de género, en estas las sanciones que se imponen discurren desde seis meses hasta 30 años de privación de libertad, privación perpetua o muerte dependiendo del delito que se trate y las circunstancias en las que acontecen.

“Las principales figuras delictivas en las que se aprecian estas agravantes son: los delitos de Amenazas, Coacción, Agresión Sexual, Lesiones, Asesinatos, estos últimos aunque no podemos decir que son de los de mayor incidencia, sí son de los que más se visualizan por su repercusión y por la divulgación en redes sociales”.

Más allá de las estadísticas o tendencias en aumento, hay que destacar que el Gobierno cubano tiene tolerancia cero con la violencia basada en género, en cualquiera de sus manifestaciones, incluyendo las formas más extremas que constituyen delitos. Y desde la comunidad y el seno familiar es importante la educación e información para evitar que no exista ni una más.

La Dra.C. Arlín Pérez Duarte, profesora de Derecho Penal de la Universidad de La Habana, aclaró para el sitio Cubadebate sobre los términos femicidio y feminicidio, aunque en un primer momento parecería que se usan como sinónimos, tienen una esencia diferente a la hora de hacer su análisis.

Para la especialista, se trata de femicidio cuando nos referimos a la muerte de una mujer por el hecho de serlo, por desprecio, por disminuirla frente al hombre.

“La mujer es mía. Fue mi esposa, mi novia, mi compañera, con ella tuve una vida en común y la mato porque, sencillamente, considero que es de mi propiedad, tengo determinada ascendencia sobre ella. Basta con que sea una mujer, eso es suficiente, y justifica de algún modo lo que yo hago. Eso es femicidio”.

En tanto, cuando se genera un estado de impunidad, de desprotección, de desatención legal y de actuación a nivel de país es que se le nombra feminicidio.

A dónde acudir si sientes que ejercen violencia sobre ti:
A la estación de la PNR más cercana
A la Fiscalía
A las Casas de Orientación a las Mujeres y a las Familias lideradas por la FMC

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