En Cuba, se celebró por primera vez en 1890, por aquel entonces, la lucha tuvo repercusión en el país cuando el Círculo de Trabajadores de La Habana organizó un desfile en el que participaron más de 3 mil personas.

En varios países se abogaba y aún se aboga por reducir el horario laboral que era de 10, 12, 14 y hasta 18 horas y en Estados Unidos, comenzó a expandirse el movimiento por reducir la jornada de
trabajo a ocho horas.

La Primera Internacional, dirigida por Marx, en su Congreso de 1884, sentenciaba que: “la limitación legal de la jornada de trabajo era una condición preliminar sin la cual han de considerarse fallidos
todos los intentos ulteriores por mejoras y por la emancipación de la clase obrera”, convirtió la demanda general de los clase obrera norteamericanos en plataforma general de los trabajadores en todo el mundo.

Los pronunciamientos de la trascendental reunión proletaria en el IV Congreso de la American Federation of Labor, efectuado en noviembre de 1884, fracasó, y se acordó realizar una huelga
general el 1ro de Mayo de 1886, de ahí que por primera vez ese día se vinculara a la lucha de los obreros por una de sus reivindicaciones más importantes.

En cumplimiento de la propuesta, más de 5 mil obreros de industrias norteamericanas se realizaron una huelga y la demanda fue concedida, pero también, en otros centros laborales hubo despidos y represión policial.

La prensa burguesa desarrolló una gran campaña contra las masas proletarias y calificaron la lucha como una “tentativa de comunistas y vagabundos para violar el orden social”.

El desprecio de los capitalistas hacia el proletariado, se recoge en un artículo periodístico de José Martí, publicado en enero de 1888 en el diario La Nación, de Buenos Aires: “Júzguense (los obreros) como bestias acorraladas... El juez los sentencia”.

El primero de mayo de 1886 estalló la huelga en Chicago cuya magnitud no tenía precedentes en el país. Los patronos emplearon rompehuelgas acompañados por la fuerza pública que desató una
brutal represión con el saldo de seis huelguistas asesinados y decenas de heridos y detenidos.

Días después, como respuesta a esos hechos, los líderes obreros de Chicago convocaron a un mitin que comenzó pacíficamente, pero al final la policía tiroteó la multitud y una bomba que explotó en
esos instantes matando ocho agentes. Las fuerzas represivas masacraron a cientos de militantes proletarios, muchos fueron encarcelados.

A las víctimas de este brutal suceso se les conoce como los Mártires de Chicago.
(Algunos datos fueron tomados de Internet)