Santiago de Cuba,

Tras los latidos del barrio

28 September 2024 Escrito por  Odalis Riquenes Cutiño

Literalmente han tomado un hospital. Allí donde la plantilla incompleta de auxiliares de limpieza puede empañar la higiene, llegan con brazos y escobas.

Apoyan lo mismo en la chapea y limpieza de áreas verdes, el acarreo de escombros, la entrega de donativos de frutas e insumos a las diferentes salas, o traen consigo una tropa de payasos para hacer brillar los ojitos de infantes por largo tiempo ingresados y relajar tensiones entre los galenos.

Desde hace unos cuatro meses los CDR en Santiago de Cuba han tomado el hospital Infantil Norte Doctor Juan de la Cruz Martínez Maceira, (Ondi) en amorosa intervención que de conjunto con empresas e instituciones del territorio, materializando una iniciativa de la máxima dirección política y gubernamental de la provincia, apuesta por transformar todo lo que amenace la organización y calidad del servicio sanitario.

Presidentes de CDR, coordinadores de zona, dirigentes a todos los niveles se desdoblan cada semana en esta hermosa misión que demuestra cuánto puede hacer “la tremenda fuerza revolucionaria” del pueblo, como le definiría Fidel en el acto fundacional de la organización, en la solución de los problemas que cercan nuestra cotidianidad.

Y es que sin dejar a un lado misiones históricas como la vigilancia revolucionaria ni la atención a tareas de siempre como las donaciones de sangre o la recogida de materias primas, el quehacer cederista santiaguero actual busca latir a la par de las comunidades y sus necesidades.

De ahí que se enfrasquen lo mismo en apadrinar un hospital, que en preparar con el concurso de todos, la caldosa solidaria que apoya la alimentación de quienes tienen menos recursos; en la organización de las colas en el cajero o la farmacia, la atención al anciano que vive solo o al escolar que incumple sus deberes.

Buscan ser la fuerza que el barrio precisa, paradójicamente, sin haber conseguido sacudir la modorra de no pocas de sus estructuras de base. Por eso la noticia de que la provincia conquistó la condición de Vanguardia en el trabajo cederista del país y será la sede del Acto Nacional por el nuevo aniversario de los CDR, este 28 de septiembre, se recibe como convocatoria para ratificar el respaldo a la Revolución y acicate en el empeño de funcionar mejor.

Así lo asevera Joel Paz Pérez, el joven coordinador de los CDR en la provincia, desde el sentido de pertenencia con una organización que a 64 años de su nacimiento con la retadora misión de defender la Revolución desde cada cuadra, acoge nuevas maneras para consolidar esos propósitos fundacionales.

El barrio de hoy sabe de los crudos rigores del bloqueo y sus secuelas de precaridad material y ha visto partir a muchos de sus vecinos. En cuadras y comunidades conviven la solidaridad y la apatía; la urgencia de argumentos y las manipulaciones en redes sociales; el aporte y la crítica, y en ese espectro de intereses tan diverso como su membresía, reafirma el dirigente, toca a la organización cederista pulir su funcionamiento, para desatar las potencialidades del barrio.

Solo un accionar eficiente y el desarrollo de líderes comunitarios que sean bujía inspiradora, pueden encauzar la verdadera participación popular, que, como la caldosa, sin duda símbolo de la organización, continúe defendiendo las tradiciones del barrio y sosteniendo sus transformaciones.

Lo afirma Joel Paz Pérez, con la misma pasión de aquel veinteañero que siguiendo los pasos de su padre, con una amplia trayectoria como dirigente de zona, se inició en las labores de conducción de los CDR en su natal Segundo Frente.

En el último período de trabajo, refiere, la provincia ha dado impulso nuevo a tareas como las donaciones de sangre, la limpieza y embellecimiento de cuadras y comunidades, la recogida de materias primas, el ahorro energético y la labor preventiva con prioridad al apoyo a los trabajadores sociales en la atención a vulnerables, entre otras problemáticas.

“Hemos conseguido un fuerte movimiento popular en relación con las donaciones voluntarias de sangre, que ha permitido a la provincia no solo cubrir sus necesidades, sino incluso aportar solidariamente a otras, también gracias al esfuerzo de todos los sectores y organizaciones de la sociedad, como acostumbramos acá.

“Ha ganado en trascendencia la recogida de materias primas, una tarea casi olvidada, que hoy estamos recuperando y que ya exhibe un impacto, pues en un mes, por ejemplo, logramos acopiar unas 13 toneladas y acumulamos un buen porciento que nos ha valido el reconocimiento nacional.

“Igualmente se contribuye desde los barrios con la producción de alimentos, al calor del movimiento popular de la Agricultura urbana, suburbana y familiar, que bajo la exhortación a Cultivar tu pedacito, ya tributa a la mesa desde patios, parcelas y placas.

“Pero para nada estos resultados nos hacen vanagloriarnos ni sentirnos satisfechos, solo nos incentivan a seguir haciendo en pos del mejor funcionamiento de una organización que se renueva cada día.
“En el ejecutivo provincial y en las estructuras municipales hay conciencia clara de estas cuestiones. Aún cuando hemos conseguido una incorporación a la organización de más del 95%, lo que implica que 95 de cada 100 santiagueros mayores de 16 años respalden la Revolución desde nuestras estructuras, también tenemos presidentes que no son capaces de motivar creativamente la participación de esa masa cederista en función de las tareas.

“Es preciso encender la motivación en cada comunidad, y lograr desde un funcionamiento eficiente que todo el mundo se involucre y participe. Ahí está la garantía de sostener lo alcanzado y la verdadera participación popular en torno a Cuba”.

Este 28 de septiembre la convocatoria es a expresar el masivo respaldo a la Revolución y a reconocer a todos aquellos que han aportado, significó el coordinador provincial de los CDR.

“El reconocimiento por este resultado que hoy muestra la provincia tendrá que llegar a aquel que puso su brazo para asegurar las 3 000 donaciones de sangre que aportamos cada mes; al que cogió un machete y chapeó el entorno de su edificio, a quienes hoy apoyan en el importante proceso de rendición de cuenta; a quienes no descuidan la vigilancia y trabajan para que en la bodega del barrio no sucedan delitos, a los que hoy organizan las colas, en fin a ese cederista que tuvo su momento de participación; y también debe servir como exhortación para aquellos que aún no se suman”.

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